Especial: 1978

2.3K 335 70
                                    

Jimin lo tomó de la mano y tiró de él hacia afuera del elevador.

Jungkook detrás de él lo siguió en silencio, miró sus manos tomadas, y con su pulgar acarició el dorso de la mano del rubio.

Jimin abrió la puerta de su habitación de hotel, dejó las llaves en la pequeña mesita al lado de la puerta y dejó que Jungkook entrara, cerró la puerta despacio y luego abrazó a Jimin por detrás, dándole un suave beso en la nuca.

El corazón de Jimin latía cada vez más rápido, casi podía oír su propia respiración temblorosa.

Jungkook le dio la vuelta y se inclinó para besarlo. Jamás lo habían besado con tanta pasión como si quisieran devorarlo, pero con tanto cariño como si le dijeran <<Te amo>> a cada beso.

Las manos de Jimin temblaban, se sentía tan nervioso sin saber por qué. Como pudo, le quitó la chaqueta marrón que tenía Jungkook, mientras él lo sostenía de la cintura y lo apretaba contra su cuerpo. Soló lo soltó para dejar caer la prenda al suelo, y frente al rubio, comenzó a desabotonar su camisa para quitársela y quedar desnudo del torso.

Jimin dejó caer su abrigo blanco y se quitó la pañoleta negra, soltó cada uno de sus botones bajo la mirada fija de Jungkook hasta que se la quitó.

Jungkook se acercó a él por instinto, Jimin le puso ambas manos en el pecho mientras las de Jungkook viajaban delicadamente por sus hombros, sus omoplatos, la curva de su espalda hasta la espalda baja donde enganchó sus pulgares a la cinturilla de sus pantalones.

—¿Puedo? —Preguntó entre besos.

El pelirrubio asintió con la cabeza.

—Puedes.

Dio un tirón hacia abajo, se separó del beso y se agachó para poder deslizarlos por los muslos gruesos de las piernas del omega, repartió besos por la piel blanca de estos hasta las rodillas. Y una vez se los quitó miró hacia arriba. Jimin estaba sonrojado y jadeante.

Jungkook se puso de pie y con su mano ahuecó la cara del omega para darle otro beso codicioso que pedía más y más.

Jimin apenas logró sacar sus pies del pantalón y quitarse los zapatos cuando Jungkook lo guio hacia la cama.

Jungkook lo colocó de espaldas al colchón y se metió en medio de sus piernas, sus manos apretaron los muslos rellenos y su boca besó su cuello. Jimin apenas podía respirar correctamente, su miembro estaba tan duro entre sus piernas, el lubricante natural no dejaba de salir y humedecer su ropa interior. Seguramente, sus feromonas ya estaban por toda la habitación. Se sentía tan excitado como nunca antes lo había estado.

Indispuesto a quedarse sólo acostado sin hacer nada más, movió sus manos entre sus cuerpos y llevó sus manos a los pectorales de Jungkook, a sus hombros y brazos, apretó el musculo y gimió cuando Jungkook movió sus caderas hacia el frente, pegó sus cuerpos e hizo que Jimin enrollara sus piernas alrededor de su cintura. Pudo sentir lo duro que estaba Jungkook en sus pantalones.

—Dios —jadeó Jimin.

Jungkook volvió a repetir el movimiento una vez más y ambos gimieron sobre la boca del otro.

El pelinegro llevó su mano entre las piernas de Jimin, la metió bajo su ropa interior y tocó el pene del rubio, lo envolvió con su cálida mano y comenzó a masturbarlo con pereza.

Jimin apretó sus piernas alrededor de él, sus ojos se cerraron y ya no pudo contener sus gemidos mientras Jungkook lo acariciaba.

—Estás muy húmedo —dijo antes de darle un beso en el cuello—. ¿Por qué tienes que atacarme con todo?

Let the Light In |KookMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora