Te Encontré en París [Borrador]

Capítulo 46

Nick

Sorprendí a Cam en la cafetería a donde ella solía ir a desayunar. Le había prometido pasar el resto del día con ella y me había decidido a llevarla a la mejor cita que podría tener en su vida. Esa noche le pediría que fuera mi novia.

—¿Adónde vamos? —preguntó mientras caminaba a mi lado.

—Ya verás, es sorpresa.

Llegamos a donde había dejado el auto estacionado y abrí la puerta del copiloto para que subiera.

—Gracias —sonrió.

—A sus ordenes, mon amour.

Su sonrisa se amplió y soltó una pequeña risa. Rodeé el auto y subí al asiento del conductor. Acomodé los espejos y comencé a conducir, nos esperaba un viaje bastante largo.

—Bien —comenzó a decir —, así que no vas a decirme —Negué con la cabeza.

—No hay forma de que me saques esa información, está bajo candado.

—¿Puedo intentar adivinar?

—No voy a decir si aciertas o no, pero puedes intentarlo.

Se quedó pensativa unos segundos mientras jugueteaba con sus dedos.

—¿Vamos a un concierto? —No contesté y ella frunció el ceño —. ¿A un restaurante?

Me encogí de hombros.

—¿Comeremos sushi? ¿Comida tailandesa? ¿Mexicana?

Subí la música de la radio.

—¡Hey! ¡Nick! ¡Bajale un poco! —Estiró su mano y apagó la radio —. Eres un molesto.

—Yo no estoy haciendo preguntas.

—Es molesto que no des al menos una pista.

—¿Quieres una pista?

—Sí —Sus ojos se iluminaron.

—Va a encantarte.

La sonrisa que tenía en la cara casi se borró.

—Eso no fue una pista muy útil.

—¿Por qué la necesidad de saber a dónde vamos?

—Necesito saber si estoy bien vestida para la ocasión, Nick.

La miré de pies a cabeza. Llevaba puestos unos jeans negros, unos borcegos, un top color crema y tenía el cabello suelto.

—Estás perfecta.

—No vale que tú lo digas.

—¿Por qué no?

—Porque es obvio que vas a decirme que me veo bien, eres mí... —dejó la frase a medias.

Mierda. No podía esperar para pedirselo.

—Da igual como te vistas, siempre vas a estar preciosa y no tiene nada que ver quién sea yo ¿si?

—Eso quiere decir que vamos a un lugar donde mi atuendo es adecuado —acotó pensativa.

—No vas a adivinar.

—¿Vamos al cine? —preguntó y no me dejó responder —. Tenemos que ir al cine un día. Oh, ya sé. Vamos a las Bahamas.

Hice una mueca y me giré un momento para mirarla.

—¿Qué?

—¿A España? Venecia. Nick tenemos que ir a Venecia.

—¿A Vene...?