10.

3 0 0
                                    

A la mañana siguiente, lo primero que hice fue enviarle un mensaje a Daniel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A la mañana siguiente, lo primero que hice fue enviarle un mensaje a Daniel.

Hola.

Buenos días, Mateo. ¿Qué tal?

Sí voy a ir a vivir contigo.

¿En serio? ☺️

No, es broma.

Oh.

Daniel.

¿Sí?

Voy a vivir contigo.

Ya no entendí bien. ¿Es otra broma?

No.
Es enserio.

Bien.
Pasare por ti a las 6:00 p.m.
O sea que te estoy dando el día libre para que puedas empacar tus cosas.

Genial, gracias.

Nos vemos más tarde. ☺️

Te encanta ese emoji.

Puede ser.

Eso hizo que soltara una leve risa, luego dejé mi celular en la mesita de noche para levantarme de la cama.
Caminé por todos lados sin saber por dónde empezar. Tenía que llevar lo más importante, pero todo era importante.

— ¡Mamá!—. Grité

En eso, apareció en mi habitación como arte de magia.

— ¿Qué pasó?

— Necesito ayuda—. Suspiré

— A ver, dime.

— Es que no sé bien qué llevar—. Volteé viendo a todos lados

— Solo lleva lo que necesites, algo importante y.. lo demás puedes dejarlo aquí. Esta siempre será tu casa.

Una sonrisa apareció en mi rostro, entonces comencé a guardar mi ropa en una maleta. Al terminar, comencé a guardar mis accesorios, cosas de valor, y cosas de higiene personal.

Por último, tomé mi peluche, era un ratoncito gris con una corbata verde. Me lo había regalado mi mamá cuando tenía quince años y me ayudaba bastante a la hora de dormir.

— Creo que ya está—. Dije por fin, creo que me tomó un buen rato, pero aún tenía unas horas libres que podría usar para ir a ensayar con los chicos.

Y eso hice. Estuve toda la tarde con ellos, ensayando y también fuimos a comer. Hasta que llegó la hora, aunque la verdad se me había pasado un poco, así que tuve que regresar a mi casa, dónde ya estaba Daniel esperándome.

Pasé saliva antes de abrir la puerta, me encontré con mi mamá hablando con él, parecía que se llevaban bien.

— Hola—. Saludé, anunciando que había llegado— Lamento la tardanza.

— No te preocupes, tu mamá me recibió muy bien—. Me dijo Daniel

— Okey—. Asentí para luego subir las escaleras yendo hacía mi habitación

Entré, tomando mis cosas. Me colgué la mochila en los hombros y agarré la maleta, comenzando a caminar para volver a salir de la habitación.

Bajé las escaleras con algo de dificultad, haciendo que me estresara un poco y solté un bufido. Eso hizo que Daniel se acercara rápidamente.

— ¿Necesitas ayuda?—. Me vió con una mirada tan dulce que hizo que mi expresión cambiara inmediatamente

— Sí—. Suspiré— Gracias.

Él solo sonrió amablemente para tomar la maleta que llevaba entre manos.

— Bien—. Mi madre suspiró, levantándose del sillón

— Te vendré a visitar seguido—. La tomé de las manos, ella sonrió

— Cuídate mucho—. Me tomó de las mejillas para darme un beso en una de ellas— Espero que te vaya bien.

— Muchas gracias, ma—. Sonreí

Daniel nos vió con una sonrisa.

Después salimos de mi casa y subí a su camioneta, mientras él guardaba mis cosas atrás. Hay que aclarar que él se ofreció a hacerlo.

— ¿Todo bien?—. Dijo al subirse por fin

Volteé a verlo por un momento, luego volví a mirar al frente.

— Sí, todo bien—. Dejé caer mi cabeza en el respaldo de mi asiento

Y empezaba una nueva etapa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una Oportunidad para Alcanzar las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora