Secretos pt.2

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Al escuchar a lo lejos como una de las puertas de los pasadizos era abierta, me detuve en seco. Yo era el único que podía estar aqui, nadie más conocía estos lugares del castillo. Con recelo me escondí entre la oscuridad al ver como una luz se acercaba a lo lejos. Pude apreciar la figura regordeta de un niño pequeño de hebras marrones y rizadas. Trague fuerte al ver como el pequeño bastardo se detenía al observar el craneo del dragon sin nombre.

- Que debería hacer?- pregunte con resentimiento en mis venas, quería venganza, quería arrancarle el maldito ojo con las manos, para que sintiera el dolor e impotencia que tengo.

El abuelo sonrio y mientras se levantaba de su asiento, verifico que Aegon estuviera inconsiente y con una sonrisa agregó.

- Sabes cuando era niño, solía engañar a las ratas, primero les daba un trozo de queso y luego les daba uno igual al primero,pero envenenado- mencionó mientras acomodaba las mangas de su gabardina, algo confundido alce un ceja, Lucerys era la rata, pero que era el queso?

Otto observo la ingenuidad de su nieto, pero debía reconocer que su firmeza por la venganza, le causaba interés por ver lo que podía llegar a hacer. Con una sonrisa se acerco a su nieto e inexpresivo tomó sus mejillas en sus manos y apreto. Aemond mostró un expresion de dolor, su herida puedo haber cerrado pero estaba más que sensible, los dedos de su abuelo apretaban en aquella fina línea rojiza trazada en su rostro, intento zafarse de su agarre pero la voz de su abuelo lo detuvo.

- Ten a tus enemigos cerca Aemond o podran tomarte por sorpresa cuando menos te lo esperes- al culminar tiro a su nieto al asiento y con una sonrisa se despidió.

Recordando las palabras de su abuelo decidió acercarse a su sobrino, este hablaba con decepción de los pasadizos, pero al escuchar su voz grito atemorizado.

Ruidoso

Mientras caminábamos sentía como el arrepentimiento me comenzaba a carcomer, en mi mente se formaban miles de formas de como podría arrancarle el ojo, pero no pude, si lo hacía el sabría que fui yo y no quería meterme en problemas, tuve que haberlo hecho antes.

A mis espaldas Lucerys continuo haciendo preguntas, tuve que contestar algunas o sospechara de mi silencio. El me hablaba como si fuéramos amigos de toda la vida, el me arrebató el ojo pero finge como si no hubiera pasado.
Aprete mis puños resistiendo de tirarlo al suelo y molerlo a golpes.

Luego de unos segundos me di cuenta de que este no era ni el momento ni el lugar para hacerlo. Pasaron algunos minutos hasta que supe que estábamos en la puerta enfrente del cuarto de Lucerys.

- oye, no puedes irte, antes explícame como sabías que estabamos enfrente mi habitación?- al escuchar su pregunta apreté mis dientes con tanta fuerza hasta que sentí como rechinaron.

Por que he querido matarte, maldito bastardo.

Tenía que ser amable...
Lo invite a pasear por el laberinto de pasillos secretos, pero llegó la media noche y el no llegó, lo espere durante horas hasta que los rayos de sol entraban por los balcones.
Así fue toda la semana, pero el bastardo Strong nunca apareció.

Comenzo a entrenar todas las tardes con Aegon, pero nisiquiera me dirigia la puta mirada, hasta que Sir Cole propuso que combatieramos.

El mocoso mostró una sonrisa y pidió que no me contuviera, quien mierda se cree que es? Nisiquiera se ha disculpado por hacerme perder mi maldito tiempo, también cree que me voy a contener por que es el, no le tengo miedo por que carajo lo haría.

Luego del combate de espadas observe como el miraba a Aegon, por que mierda lo mira a el?. Mis manos rasgaron la tierra en el suelo, mi respiración comenzó a agitarse y con frustración me levante del suelo.

𝓑𝓵𝓪𝓬𝓴 𝓢𝔀𝓪𝓷  || 𝕷𝖚𝖈𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora