Parte 19: Obstáculo en el camino.

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Tras haber abandonado la estación de trenes, nuestro próximo destino era el lujoso hotel Gran Malibu. Lugar, el cual, la oficial Fernanda, nos había dicho que también había funcionado como refugio para sobrevivientes. Y no cualquier refugio, sino uno de los grandes. Esto, abría la posibilidad de que alguno de nuestros familiares estuvíera allí. Sin duda, ese era nuestro siguiente punto de busqueda, de no ser porque...

- ¿Cómo pudimos habernos quedado sin combustible? ¿Nunca notaste que el indicador estaba en empty? - me preguntó bastante molesta Andrea. Mientras ambos caminabamos por una solitaría carretera, con dos bidones de combustible en la mano.

El panorama de la noche era despejada. La lluvia de la tarde que habíamos sufrido en la estación de trenes se había disipado. La oscuridad de la ciudad era impresionante e intimidante, nunca antes habiamos visto esas calles de esa manera. Lo positivo de la falta de ruido es que el camino estaba libre de zombies. Aunque eso, no nos libraba de cualquier atacante humano, como nos había advertido la oficial.

- La verdad, no me fijé en el indicador de combustible. Lo lamento, fui descuidado. Pensé que al ser ambulancías del hospital estarían bien equipadas con toda clase de cosas - me disculpé con mi novia.

Unas cuantas calles luego de abandonar la estación de trenes, la ambulancía se quedó sin combustible y nos dejó barados, justo debajo de un tunel, que para nuestra fortuna estaba iluminado. No pude excusarme en esta situación. Yo fui el principal y unico culpable por este error. Yo conducí desde que abandonamos el hospital y nunca me fijé en el combustible. Intentamos buscar una gasolinera cercana al tunel donde estabamos, más no encontramos nada, por lo que, Andrea y yo decidimos, salir a buscar alguna estación en la ciudad. Jorge y Daniela se quedarón en la ambulancía, para cuidar de ella y evitar que la roben.

- Realmente estoy molesta. No puedo creer que esto haya pasado... Aun así, sabes que me gusta que no seas un cretino y aceptes tus errores. Sin duda, fue una gran decisión elegirte como nuestro lider de equipo - comentó, un poco más calmada, Andrea.

- ¿Desde cuando soy el lider del equipo? - pregunté soprendido por lo que mi novía decía. La poca luminosidad de las calles provenían de los letreros publicitarios y unos cuantos faroles de luz, que aun alumbraban.

- Desde que todo comenzó ¿no es así? Siempre has tenido esa actitud tan valiente de un lider. Ademas, de siempre pensar en el bien de todo el grupo - dijo, mientras observaba hacía el frente.

- Siempre he actuado así, porque me preocupo por todos - me excusé, confundido por la idea de ser el lider.- Nunca pensé que fuera el lider del grupo, simplemente, no quiero que las personas mueran. 

- Bueno, pues sin darte cuenta siempre has sido nuestro lider... Incluso Susana, pensaba eso. La oficial Fernanda, Jorge, Daniela, yo... Todos siempre te hemos visto como el lider del grupo - comentó mi novia. Sus ojos me observaban con gran amor y admiración.

El lugar por donde caminabamos era una carretera amplia, con faroles en el centro, rodeada de diferentes edificios y puestos locales. Todos estaban vacios. Se podían observar sombras moviendose en el interior de algunos puestos, sin embargo, todos eran zombies. No había ningún sobreviviente. Los autos barados también abundaban en el interior de la ciudad. Realmente se sentía como estar viendo una pelicula o estar jugando un videojuego.

- Siempre que me relacionaban con ser el lider, pensaba que solo bromeaban - expresé, al mismo tiempo que observaba todo nuestros alrededores. Teníamos que estar atentos.

- Nunca ha sido una broma. Aunque no lo hayamos declarado, pero si lo pensamos. Cuando estas con nosotros nos sentimos seguros y sabemos que todo saldrá bien - comentó con total seguridad Andrea. Escuchar esto hacía que quisiera cuidarlos mucho más.

Hospital de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora