Parte 7: Democracia en el fin del mundo.

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"...El ruido de las armas atrajó a más muertos vivientes, de todas partes del hospital... En cuestion de segundos quedamos rodeados y todos cayeron... Solo nosotros tres logramos escapar... Milton y Carla se sacrificaron para que pudieramos huir... Lo siento..."

Todas las personas que estabán adentro del cuarto de limpieza, mejor conocido cómo el refugió, escucharón las palabras de Jorge... Escucharon el relato de cómo todo el segundo grupo de sobrevivientes había muerto a manos de los zombies. Una buena parte, si no esque la mayoria, estaban aterrados. Todos los allí presentes, murmuraban unos con otros, a espaldas de la oficial Fernanda. Evidentemente, ella podia escucharlos, pero no podia decir nada, era normal que sintieran miedo. Tanto era el miedo de la personas que ni quisiera ayudaron a los tres sobrevivientes, los dejaron allí tirados en el suelo, mientras se hundian en lagrimas de culpa, por la muerta del grupo. Unicamente, la oficial Fernanda, Andrea y yo, nos acercamos a los tres para ayudarlos a ponerse de pie e intentar consolarlos. Jorge y Daniela estaban tan impactados, que en un principio, no se dieron cuenta que eramos Andrea y yo los que los estabamos ayudando. La oficial ayudó al padre de familia, que acababa de perder a su hijo en la emboscada zombie. Andrea ayudó a su mejor amiga, Daniela. Y yo por mi parte, ayude a Jorge, al cual nunca lo que había visto tan destruido, emocionalmente hablando. Fernanda nos dio la orden de llevarlos a la zona del dormitorio, el cual era un pequeño espacio de la habitación, donde habían extendido unos cuantos sacos de dormir. 

Mientras guiabamos a nuestros amigos hasta la zona de dormitorio, las demás personas se apartaban cuando veian que pasabamos cerca de ellos, cómo si estuviesemos infactados. Incluso, cuando llegamos a los sacos de dormir, todos los que estaban allí, descansando, se apartaron. Se pusieron de pie, y murmurando cosas se alejaron. Nos quedamos con los tres, un momento, mientras Fernanda les traía comida. Intentamos hablarles, para ver si nos lograban reconocer, pero seguían tan impactados que no escuchaban nada de lo que se les decía. Al volver con comida, la oficial le ofreció a cada una de las tres personas, mas nadie tomó nada, así que ella puso las cosas en el suelo y les dijo que las tomaran cuando quisieron. Luego, intentó preguntarles más cosas de todo lo que había sucedido con el grupo de sobrevivientes, mas de igual manera, no contestaron nada. En ese momento, los tres parecian cuerpos vacíos, eran muertos en vida. Andrea, un poco más conciente con la situación, le dijo a Fernanda:

- Se que desea saber más del incidente, sin embargo, en este momento, lo mejor es dejarlos descansar y sobrellevar lo sucedido. Creo saber cómo se sienten ellos en este momento, ya que, yo me sentí igual cuando ví morir a Susana... Aunque no conozcamos a estas personas de mucho tiempo, siempre es doloroso y traumatico, verlos morir de una manera tan horrible y cruel.

- Está bien, los dejare descansar, y esperaré a que se sientan mejor - respondio la oficial, un poco atareada. Uno de los hombres armados, que siempre se estabá cerca de ella, la llamó para una situación urgente. Ella nos dijo.- Cuiden de ellos, tengo que resolver unas cosas.

- ¿Está todo bien? - pregunté, notando que algo pasaba.

- Parece que muchas de las personas que están aquí, se sienten intranquilos por lo que acabá de suceder - explicó Fernanda, pensativa.- Así que, tengo que encargarme de eso.

Hospital de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora