Harry Potter y el culto a la serpiente

Supervisión

-¿Y tu intuición?- preguntó Bella, curiosa.

Harry se mordió el labio. No era el más reflexivo de los hechiceros. Por lo general, Hermione era el cerebro del grupo, pero no estaba allí. Y, sin embargo, con lo que sabía, con lo que le habían dicho...

"En Halloween, cuando Dumbledore llegó al Valle de Godric. Mató a mi padre y a mi madre para llegar a mí. »

—Sí —dijo ella, frunciendo el ceño—.

"No encontramos el cuerpo de mamá. Fue Tom quien me lo dijo. Según él, fue maldecida y convertida en cenizas o algo así. »

—¿A qué te refieres?

"¿Qué pasaría si..." Respiró hondo. – ¿Y si no estuviera muerta?

—¿Harry?

"Hay una profecía sobre Tom y yo. Uno de los versículos menciona que la madre desaparecida será encontrada. ¿Y si fuera ella? »

Observó al joven por un momento, reflexionando sobre sus palabras. Es cierto que sin un cuerpo, Lily podría estar muerta o no estarlo.

"Hablemos con Tom y veamos qué piensa", sugirió. —¿Por qué ese pensamiento te hizo sacar ese mapa?

"Dumbledore pasa su vida en Hogwarts. Incluso sus vacaciones. Saber a dónde va podría dar una pista de lo que está haciendo. »

—No estúpido —dijo ella, alborotándole el pelo—.

Gruñó.

"Trae la tarjeta, pequeño genio. Vamos a hablar con Tom. »

Pasaron los meses, el otoño siguió al verano, y Harry suspiraba por sus amigos. Todavía no se había puesto en contacto con ellos. No quería convertirlos en objetivos. Mientras permanecieran en completa ignorancia sobre él, normalmente estarían a salvo de Dumbledore. Si no lo supieran, no podrían mentir... Solo mantuvo correspondencia con Draco. Dumbledore nunca sospecharía que se convertirían en amigos. Y sin embargo... Mantuvo un ojo en el Mapa, tanto para vigilar a Dumbledore, como para vigilar a sus amigos. Estaba tratando de adivinar lo que estaban haciendo. Draco le traía noticias sobre ellos de vez en cuando. Todos estaban muy preocupados por él, al igual que los maestros. Parece que Remus se había convertido de nuevo en el maestro de DCFM. Se preguntó por qué. Pero al menos sabía dónde estaba.

Continuó estudiando por su cuenta y tomó los cursos de otros. Evolucionó bastante rápido a su gusto. Estaba asombrado. Pero también muy contento. Rara vez salía de la Mansión Slytherin, pero siempre estaba acompañado y glamoroso. ¡Y disfrutaba de estas salidas! Se sentía un poco como si estuviera en una excursión familiar, ya fuera con Tom o con los Malfoy, aunque Lucius se quedaba demasiado... pegado... a su gusto. Pero era Lucius... No lo veía de otra manera.

También se había interesado mucho por los hombres lobo y se había acercado a Greyback. El alfa había apreciado la curiosidad y los comentarios perspicaces del joven mago. Hoy en día era raro ver a alguien interesarse y, especialmente, hablar con respeto a una supuesta criatura oscura. Harry se enteró de que en realidad no era Fenrir quien había mordido a Remus, sino su hermano gemelo. Una vez tuvo una sed de sangre y era particularmente aficionado a aprovecharse de los niños. Atacar durante la luna llena era comprensible porque los lobos estaban influenciados por ello, pero el resto del tiempo... Fenrir había intentado detener a su hermano, pero nunca había sido capaz de hacerle entrar en razón. Así que se vio obligado a matarlo. Pero el daño ya estaba hecho. Los hechiceros le temían y estaban convencidos de que era un monstruo sanguinario y pedófilo. ¡Los niños eran la cosa más sagrada del mundo! ¿Cómo podía pensar mal mientras los miraba? Eran pequeños tesoros que había que conservar y apreciar...

Harry miró distraídamente la tarjeta y siguió la etiqueta de Dumbledore mientras masticaba una varita de regaliz. Escuchó a Tom y Nagini silbar juntos un poco más lejos. De repente, el nombre del director desapareció. El Gryffindor frunció el ceño. Miró alrededor del mapa y luego regresó al lugar donde lo había visto desaparecer. El galón cayó.

"Tom, por casualidad, ¿conoces el Room On Demand?"

"Sí. ¿Para qué? —preguntó este último, poniéndose de pie.

"Porque acabo de ver a Dumbledore desaparecer del mapa en el séptimo piso. Esta habitación no aparece en el mapa. »

"Y te gustaría saber qué está haciendo allí", entendió el septuagenario.

—Sí.

"Siempre puedo pedirle a Severus que eche un vistazo".

—¿No es arriesgado enviarlo?

—No te preocupes por él, Harry —sonrió Tom para tranquilizarlo—. "Sabe ser muy discreto cuando quiere. Incluso se las arregla para sorprenderme a veces. Y luego, lo haría de todos modos. »

—¿Cómo?

"Le conté tu hipótesis", explicó el anciano. A él también le gustaría saber qué le pasó a Lily. Ella era su mejor amiga cuando eran niños. Después de que Dumbledore te atacó, nunca volvió a ser el mismo. Todavía se aferra a ella, a su memoria. Eso es lo que lo mantiene en marcha. »

– ¿Espera que ella también siga viva?

—No —respondió Tom, con una expresión triste en su rostro—. "No es un hombre que se deje llevar por falsas esperanzas. Solo quiere saber la verdad. Pero no te ocultaré que si ella sobrevive y él la encuentra, será el más feliz de los hombres. »

"Él la ama", entendió el adolescente. "Eso explicaría por qué siempre me salvó, todos estos años. Lo hace por ella. »

—De verdad que estás empezando a usar la cabeza —sonrió Tom, alborotándole el pelo—.