Cuenta la leyenda que el único hijo del rey en Koryo era guapo, demasiado hermoso, con un rostro resplandeciente y aura brillante. Pero codicioso.
Su padre enfermó, cáncer terminal sin muchas posibilidades de vida, solo daban unos meses para que su alma volara al más allá; el joven príncipe fue informado de la situación.
-La angustia se ha hospedado en vuestro hogar, la enfermedad se ha llenado, así que, por tu sabiduría y en tu juventud, el trono se te ha cedido. Serás el nuevo rey y con tu benevolencia guiarás al pueblo de tu linaje.
Mala idea decirle.
Con los días, ya no le daba importancia a la salud y condición de su viejo padre, se paseaba por los alrededores del castillo arrogante, sintiéndose superior a todos, hasta de los mismos magistrados.
Era un farsante total. Decían dentro del palacio con total desdén.
Humillaba a todo aquel que se ponía en su camino, lo mandaba a golpear y si lo miraban sin su permiso, mandaba a que castigaran a la persona con 20 azotes en medio de todo el pueblo, para que aprendieran que con el futuro rey nadie jugaba.
Pero todo le salió mal.
Había planeado tanto en su cabecita que no previó lo más importante, sus actitudes cuando todavía seguía siendo príncipe.
Cada día se despertaba con la idea de que su padre había muerto y nada, cada mañana veía a su viejo postrado en una cama, pero con vida.
Y maldecía porque él ya quería tomar ese puesto, era tan infantil, pero ¿qué se podía esperar si solo tenía 15 años? Era un niño con una mentalidad "superior", al menos eso creía él porque todos pensaban que era un niño mimado que no tenía derecho a llevar la sangre real en sus venas.
"Si su madre lo viera, estuviera muy decepcionada".
Murmuraban en el pueblo ya que la reina había muerto hace unos años y los únicos miembros reales que quedaban eran ellos dos. Pero la mujer nunca fue así, los reyes se caracterizaban por ser personas bondadosas, que daban su alma por su pueblo, nada en comparación al chico insolente que comenzaba a acarrear maldiciones para su vida...
Un día, el medico real le informó que había una posibilidad de que su padre viviera unos años más, fue la peor noticia para él. Estaba tan cegado de poder y ambicioso que no le importaba nada.
-¡¿Por qué no se muere este viejo estúpido?!
Gritó en frustración en la enorme biblioteca del palacio y ese fue su entierro a todos sus deseos.
Su padre lo escuchó y rápidamente, y sin su conocimiento. Cambió todo, el mando y cada cosa en aquel castillo pasaron a manos realmente confiable, y siempre, a escondidas del príncipe.
Un mes después y el pueblo se vistió de luto, el rey había fallecido, todos los habitantes rindieron tributo al misericordioso y buen rey que tuvieron, un luto que duró días y que para el príncipe, era una completa molestia.
Y cual fue su sorpresa, cuando el día de la lectura y ordenanza del nuevo rey, vio aparecer a su tíos lejanos y sentarse justamente donde sabía, debía ir él.
-Nuestro consagrado rey Moon, rey justo y clemente dejó en vida un legado especial para todos, donde la honestidad y sobre todo, los valores enseñados se guardarán en nuestros corazones.
Las personas en la sala se pusieron de pie, el chico no entendía absolutamente nada.
-En nombre y honor de su majestad, nombramos ante todo el cuerpo a su disposición, a Sir. Park Jin Woo y a su esposo, primo de nuestro justo gobernador, como los reyes de este hermoso pueblo.
-¿Qué?!
Aquello lo dejó sumamente sorprendido, no podía ser cierto.
Vio a los mayores haciendo el juramento y como le ponía las coronas en sus cabezas.
Salió hecho una fiera de aquella sala, los presentes lo ignoraron completamente, nadie le dio importancia. Pero el trabajo hecho por el pueblo ya estaba hecho.
Fueron días de celebración en el reino, pero para el príncipe fueron días de martirio.
Comenzaba a sufrir insomnio por las noches, de la nada, alucinaba, aparecían alergias en su cuerpo que no se quitaban y luego un día al despertar... Su cuerpo comenzaba a llenarse de pelo como si fuese un animal.
Nadie lo ayudó, lo dejaron allí y era tanta la vergüenza que lo asfixiaba qué terminó huyendo. El actual rey de la saberlo, dio la orden de no seguirlo, de no buscarlo. Para todos, era su merecido.
Aquellas noches de oración de los brujos del pueblo llegaron a contaminar todo en su cuerpo y huyó lejos.
Desde entonces, han pasado 14 años de eso y se sabe su rastro, pero nadie se atreve a regresarlo a sus aposentos.
Y quedó abandonado, hasta que él mismo encontrara la forma de salvarse.
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The Prince ¦♕¦ binwoo
FanfictionCuenta la leyenda, que un hombre hermoso fue desterrado de sus posesiones al caerle una maldición por su avaricia y vanidad. Nadie supo nada, ni de quien se trataba, pero desde sus 6 años el pequeño príncipe Dong Min solo sabe una cosa: "Nunca vayas...