6.¿Aún quieres intentarlo conmigo?

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Melani (Maya)

Hola, ahora soy Melani Davies.

Han pasado tres años desde que escape de ese infierno, pensaran que la vida se volvió color de rosa luego de haber escapado, pero la realidad era otra.

Un par de noches después de llegar a Inglaterra, empecé a tener tantas pesadillas de todo lo que viví mientras era parte de la mercancía como nos llamaban, nada de esto me pasó mientras estaba ahí, era como si mientras estaba ahí mi mente se había ido y mi corazón hubiera dejado de latir como de la gente normal.

Ahora mismo, cada vez que tenía un ataque de ansiedad tenía tanto miedo a morir. Se sentía como si en cualquier momento volviera a estar en ese lugar sin la capacidad de poder escapar. Simplemente, el nudo en mi garganta me hacía imposible poder respirar cada vez que tenía pesadillas con ese lugar, volvía a sentir el asco y miedo en mi piel al recordar las dos veces que Gerd abuso de mí, pero lo que más me asqueaba era la manera tan despiadada en la que me obligaron a abortar.

Y ni con las interminables terapias que he recibido, he logrado olvidar algo de todo lo vivido, es como si todo se hubiera vuelto aún más presente que pasado. Pero seguía aquí, luchando contra todos los recuerdos que me torturaban en la noche.

En la noche, ya que en el día trataba de estar lo más ocupada posible para no pensar en ello.

-Melani-Ámbar, o más bien dicho Jenna, empezaba a despertarme-Vamos ya levántate o llegarás tarde-cuando abro los ojos ella está a mi lado.

Acordamos llamarnos siempre por el nombre de nuestra nueva identidad para nunca tener que dar explicaciones de nada, éramos personas nuevas aquí.

-Sí, lo siento, me quedé dormida-Me siento antes de levantarme.

-¿Dormiste bien?-me pregunta cuando claramente en la noche vino aquí dos veces cuando tuve pesadillas y me ayudó a calmarme en un ataque de ansiedad, veo el reloj antes de responder.

-Dormí media hora más gracias a ti-le sonrió agradecida.

-Bueno, levántate, yo ya me tengo que ir al hospital, te veo en la noche -me despide con un beso en la mejilla.

-Ten un bonito día.

Jenna trabaja en un hospital como enfermera, solo le bastó con hacer un curso acá y según me contó estudiaba medicina antes de ser secuestrada, por lo que no se le hizo difícil terminar el curso y encontrar trabajo.

Por mi parte decidí trabajar en la mañana y bueno, en la tarde estudio la Universidad en la carrera de psicología. Mi día a día era casi lo mismo, me mantenía lo mayormente ocupada para estar lo suficientemente cansada y dormir por lo menos cuatro horas en la noche.

Sin más me levanto, me baño, como algo y me dirijo al centro comercial donde trabajo como cajera.

-Al fin llegas dulzura -Kevin, uno de mis compañeros de trabajo, me saluda cuando llegó para empezar a atender la caja en su lugar, su turno termino así que se despide y se va.

Él es un chico de alrededor de 25 años. Tiene el cabello negro, piel canela con unos ojos oscuros acompañados de unas cejas muy pobladas. Es al menos dos cabezas más alto que yo, no es muy delgado, pero tampoco es musculoso, se puede decir que se mantiene.

Mi día se limita en atender a los clientes poniendo mi mejor cara, hacer facturas y hablar un poco con Marlene. Una de mis amigas aquí. Es una persona muy cálida y amable. Es unos cuantos años mayor, pero eso no impidió que se hiciera una buena amiga. Por lo poco que se, trabaja aquí hace más de cinco años.

- Ya casi es tu hora de salida, si te quieres ir a arreglar un poco puedo cubrirte-propone, sin duda hoy me veía peor que los otros días.

Y no sería novedad luego de haber tenido dos pesadillas y un ataque de ansiedad durante la noche.

AMOR INMARCESIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora