AETERNUM

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Omnisciente

La aldea de Awa'tlu, es la principal en Metkayina, de ahí salen los mejores productos de comercio, como ejemplo, telas, redes, armas para pesca, ballestas y ni hablar de las geniales monturas para Skimwing e Ilus, las pieles que utilizaban eran dignas de la comodidad para todo quien montara alguno de estos animales. 

Además, de que, de esta aldea, siempre salían los líderes más sabios, pues. la paz y tranquilidad reinaban entre el pueblo, haciendo que quien naciera aquí, fuera inteligente, como se dijo, sabio, tranquilo y, en caso de estar en peligro, supiera llevar la batuta del mando guiando sus tierras con astucia. 

Como es en toda pandora, el primer hijo primogénito del Olo'eyktan, será su sucesor, eligiendo a su Tsahík en matrimonió, y en caso de ser mujer, será la siguiente Tsahík, teniendo que elegir a su Olo'eyktan al igual, habiendo casos en lo que las cosas no salieron como los demás pensaban, como ejemplo, el presente. 

Cuando más esperas o piensas que alguien hará lo que se le dicta porque así debe de ser, o más bien, siempre se han encargado de que lo haga, es cuando más hartazgo tiene ese alguien y se revela, o al menos, comienza dando una sorpresa poco esperada, contrario a lo que es.

En la orilla del mauri Sully, los jóvenes Metkayina se encontraban esperando pacientemente a sus amigos Omaticaya mientras empacaban lo necesario para un eclipse y una mañana que compartirían juntos en la pequeña isla que se encontraba a pocos kilómetros de la aldea, cenando, platicando, bromeando, sonriendo, peleando... 

Al terminar de empacar sus cosas, los chicos salieron con algunas bolsas cruzadas, que llevaban dentro unas prendas, mantas, etc. 

Rotxo: Bien, ya acabaron. - Pregunto a sus amigos. 

Neteyam: Supongo que sí, o bueno, yo sí, ustedes. - Se dirigió a sus hermanos, quienes asintieron. 

Tsireya: Bueno, vámonos. - La princesa tenía una sonrisa de oreja a oreja, al igual que la menos de los Omaticaya. 

Entre todos, se dirigieron al pequeño nivel bajo la orilla del mauri, donde comenzaron a llamar a sus Ilus, los cuales llegaron y les colocaron las monturas para dirigirse a su destino. Una vez que los animales ya tenían estas, todos comenzaron a acomodarse arriba de ellos, excepto Kiri, quien primero intento comenzar a amarrar un pequeño tapete en la parte de atrás del Ilu. 

Rotxo, al ver que la chica estaba batallando un poco, decidió acercarse a su amiga. 

Rotxo: ¿Necesitas ayuda? - Se acuclillo en donde ella estaba. 

Kiri: Amm no, o bueno, es que, mi padre me dio esta cuerda para amarrar este tapete, pero, es un poco difícil hacerlo, no sé por qué. - Se encogió de hombros y saco el labio en señal de un pequeño puchero. 

Rotxo: - Sonrió ante el gesto de la chica - Es que lo estás haciendo al revés, mira, es así. - Kiri pensó que Rotxo iba a tomar la cuerda y el tapete, pero, en vez de ello, se sorprendió cuando este, tomo sus manos entre las de él y comenzó a moverlas en los nudos que ella tenía que haber hecho.