⁰¹⁶ | ᴄᴏᴍᴘʟᴏᴛ

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Ya no oigo a Kate, que se ha alejado para ir a cazar por su parte. Utilizo mi oído vampírico... ¡Es totalmente silenciosa! ¡Bravo, Kate!

Ya no oigo a ningún animalito a mi alrededor y mira que me gustaría encontrar.

Aunque nada se podrá comparar nunca con la sangre del Príncipe... La del conejo tiene un sabor bastante bueno. Solo hace falta saber evitar los pelos, que no son nada agradables.

Voy caminando de puntillas. Si Kate puede ser totalmente silenciosa, ¡entonces yo también!

¡Oh, estoy oyendo algo! ¡Y no es el ruido de mis tripas!

En cambio, tampoco es un animal. Son voces graves. Sigo avanzando muy despacio en su dirección.

Veo una silueta a lo lejos, entre los árboles. ¡Oh! ¡He oído el nombre de Aidan!

¿Todo el mundo se ha puesto de acuerdo para llamarle por su nombre de pila o qué? ¿O están con Ryan?

Están muy muy lejos y solo distingo unas cabezas con pelo oscuro. Ryan no está con ellos... ¿Por qué están hablando del Príncipe?

Me acerco aún más, tan silenciosamente como Silas no los enseñó en la clase de caza. Si estuviera él aquí, ¡estaría orgulloso! Igual que el Príncipe.

Activo mi capacidad vampírica. Ninguno de los tres vampiros es muy potente. Ni siquiera estoy segura de que sean Emisarios como Ryan.

Vampiro 1: Ese es su objetivo, pero jamás se lo permitiremos, ¿verdad, Lawrence?

Lawrence: Eso, ¡no podemos dejar que un enfermo como él esté al frente del Arcano!

Vampiro 2: ¡Se va a enterar, pero bien! ¡Entre todos, podemos matarle! ¿Verdad, Lawrence?

Lawrence: ¡Aidan no tiene ni idea de lo que le espera!

¡Están complotando contra el Príncipe! Los tres vampiros emiten unas risas feroces muy desagradables.

Todos mis sentidos están alerta. Tengo que darme prisa sin dejar de ser prudente para que no me oigan. ¡Está fuera de cuestión que las tomen con mi creador!

Doy un paso atrás para... ¡oh, no! ¡He pisado una rama! ¡No puede ser!

En cuanto se percatan de mi presencia, ¡los tres vampiros escupen y me buscan con la mirada!

¡Me doy la vuelta y corro hacia el Arcano a velocidad vampírica! ¡Si me atrapan estoy jodida!

¡Tengo que ver al Príncipe como sea y avisarle de que unos vampiros están complotando a sus espaldas!

(...)

¡Las pesadas hojas de la entrada pegan un buen portazo cuando entro! El Príncipe, ¡tengo que ver a mi Príncipe!

Subo corriendo la primera planta y me pego a la puerta del despacho del Príncipe. ¡No se abre! ¿El Príncipe está ausente?

Ryan: ______, ¿qué estás haciendo? ¿Qué ocurre? ¿Por qué estás llena de arañazos en la cara y en los brazos?

_____: ¿Qué? Oh, me he puesto a correr por el bosque, ¡no me he puesto cuidado!

Ryan: Ya están empezado a curarse, pero ¿por qué has corrido? ¿Por qué estás aquí a darle golpes a la puerta del despacho de Aidan?

_____: ¡Ryan! No tengo tiempo, es con el Príncipe con quien quiero hablar, ¡con mi creador!

Ryan me pone las manos en los hombros y clava su mirada marrón en mis ojos.

⁰ El príncipe de las tinieblas - Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora