⁰¹¹ | Bɪʙʟɪᴏᴛᴇᴄᴀ

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Bajo al hall de entrada. Hay algunos vampiros por aquí, pero ni rastro de Cameron, ni de Blake.

Tiendo el oído. Tengo una sensación de que han pronunciado mi nombre y el de Kate.

Sí, ¡no estoy soñando! ¡Están hablando de nuestras capacidades vampíricas! ¡Les gustaría descubrirlas!

El Príncipe tenía razón. Kate y yo les interesamos a los otros vampiros! Y no necesariamente por algo bueno.

De hecho, no parecen para nada muy amables.

Si se creen que me impresionan, ¡están muy equivocados! Aunque... El más grande se gira hacia mí y gruñe. ¿En serio? Caray...

Entro rápidamente en la sala de lectura poniendo cuidado en cerrar la a mis espaldas.

Así, si alguien entra, aunque sea de manera furtiva, oiré el chirrido de la puerta.

Respiro hondo. No sirve de nada, pero me resulta agradable. Biblioteca, ¡aquí me tienes!

Paso los dedos por encima de las portadas polvorientas. Algunos libros son magníficos, pero ninguno de ellos me llama la atención.

La mayoría trata sobre círculos de vampiros silenciados por el Arcano para permanecer escondidos a ojos de la humanidad.

Parecen interesantes, pero de momento no es lo que estoy buscando. Quiero un libro en el que el Príncipe Gallagher sea el tema central.

(...)

Sigo buscando. Llevo aquí una hora larga, tal vez más... Afortunadamente, Silas aún no ha venido a buscarme.

Un poco más lejos, en una estantería, hay un libro que sobrepasa un poco de los demás. Su tapa de cuero negro es sublime.

Tiro de él suavemente y descubro su título: "La Gran Guerra Oscura - El combate del Príncipe Gallagher".

¡Perfecto! Pego el libro a mí, me siento en una mesa y acerca la lámpara de escritorio.

Se trata de una edición muy antigua, escrita en inglés arcaico pero que a pesar de todo logro entender.

Devoro las páginas una detrás de otra. El Príncipe ha vivido cosas sencillamente increíbles, ¡extraordinarias incluso! Es un auténtico guerrero.

En una parte cuenta como él tendría la cicatriz después de... ¡Oh, no! Hay una sombra dibujada en la mesa.

Hay alguien detrás de mí. ¡Estaba tan metida en mi lectura que no vi cómo se abría la puerta!

Instintivamente, meto la cabeza entre los hombros y me espero a recibir un golpe o que haga algún comentario.

Pero no pasa nada... En lugar de eso, oigo un ruidillo de tela y noto como una silueta se sienta en el borde de la mesa a unos centímetros de mi libro.

Príncipe Gallagher: ______, ¿va todo bien? ¿Te he asustado? No era mi intención.

____: ¡Oh! Qué alivio que fuera usted, Príncipe Gallagher. Temía que fuera los vampiros con los que me he cruzado hace un rato.

Príncipe Gallagher: ¿En serio? Si te molesta algún vampiro, dímelo y me encargo yo de él personalmente.

Una dulce tensión me provoca un nudo en el estómago. Por mucho que sea el jefe del Arcano, ¡me cuida a mí personalmente!

Mis ojos se entretienen sobre sus manos, finas y potentes, cruzadas sobre su muslo.

Mi mirada va subiendo hasta su rostro. Sus rasgos viriles se ven perfectamente realzados por la luz de tamizada de la sala.

Lleva puesta una camisa simple, pero aun así sigue siendo igual de imponente. Me vienen en mi mente las palabras de Silas: "Nada de relaciones románticas con su creador".

Pero, ¿cómo resistirme si todo de él me está llamando? Me entra un cosquilleo por todo el cuerpo cuando me imagino acercándome a él y probar sus labios...

¡Oh, no! Con eso del egregorio, ¡el Príncipe sabe que Silas me había ordenado a descansar y que yo no he hecho caso!

____: Es cierto, tendría que estar durmiendo... Silas me lo pidió, eso usted ya lo sabe, pero...

Príncipe Gallagher: Efectivamente, gracias al egregorio, lo sé. Es práctica esta mente colectiva, ¿no te parece?

____: Pues esto, depende de para quien...

El Príncipe levanta la ceja sorprendido... ¿Qué? ¡Oh! ¿¡Lo he dicho en voz alta!?

____: No pensaba que se me iba a vigilar tanto. Sé que soy una joven vampiro, pero tampoco soy una niña pequeña.

Príncipe Gallagher: ¿Por qué? ¿Solo podríamos cuidar a los niños pequeños nosotros? ¿A ti no?

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____: Silas no es mi creador. No estoy obligada a obedecerle a él. No es quien tiene que cuidarme así.

Príncipe Gallagher: Que yo sepa, yo no te he pedido que te fueras a descansar.

La sublime sonrisa que está poniendo me provocan unos escalofríos. Podría pasarme la noche entera hablando con él y los días siguientes. Toda la eternidad.

Príncipe Gallagher: Entonces, ¿qué andas leyendo que es tan interesante como para que se te olvide que tienes que descansar?

No tengo ni idea de cuál podría ser su reacción al enterarse de que estoy leyendo un libro sobre su vida. ¿Se sentiría halagado o me tomaría por una fisgona?

Es mejor que le enseñe lo que estoy leyendo. Mentirle sería una muy mala idea, teniendo en cuenta su temperamento.

____: Para serle sincera, quise saber más sobre su pasado: Estoy leyendo "La Gran Guerra Oscura – El combate del Príncipe Gallagher". Voy por donde cuentan que...

Con un movimiento que ni siquiera me había dado tiempo de venir, ¡toma el libro y se lo pone delante! ¿Eso es bueno o mala señal? ¡Ni idea!

Le observo, pero sus rasgos perfectos no dejan ver nada. ¿Dónde ha pasado su bonita sonrisa? ¡No me apetece nada que se enfade o que se lleve una decepción!

(...)

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¡Hola, holaaa! Nueva actualización, eso es milagro

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¡Hola, holaaa!
Nueva actualización, eso es milagro.

¿Pasado de el Príncipe Gallagher? ¿Están listas para descubrirlo?

¡Tranquilas! No se preocupen, el próximo capítulo lo veremos. :D

¿Qué les pareció el capítulo?


Se les quiere. 🤍


Elina Ginevra.
Instagram: elina_ginevra
Tiktok: Eli.luv0




































































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⁰ El príncipe de las tinieblas - Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora