⁰¹⁴| Gʀᴀɴ ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴏsᴄᴜʀᴀ

221 27 2
                                    

Una vez fuera de la sala de lectura, cierra la pesada puerta y aprieto el libro sobre el pecho.

El momento que acabo de compartir con el Príncipe fue increíblemente intenso... Único.

A pesar de ese reglamento implacable, me estoy acercando poco a poco a él.

Estoy jugando con fuego, lo sé pertinentemente. Y encima, ¡tampoco fui yo quien le pidió que se quitara la camisa!

De todos modos, aunque yo quisiera parar, no podría. La atracción que siento por él es demasiado fuerte.

Me siento tan cercana a él, ¡tan especial a sus ojos! Me pregunto cuánto habremos visto su cicatriz.

Me vuelvo a mi piso rápidamente, ¡ligera como el viento!

El príncipe está delante de la puerta de su despacho. ¿A qué está esperando?

Puede que se arrepienta de haber salido tan rápido de la sala y quiere que lo retomemos donde lo habíamos dejado.

Ryan sale del despacho, de espaldas, poniendo cuidado en no hacer ruido.

Justo cuando sus ojos se topan con el Príncipe delante de él, ¡pega un bote del susto! ¡¿Qué está pasando!?

¿Estaba en el despacho del Príncipe sin su autorización? ¡Pero está loco!

Aflojo el paso al máximo como Silas nos enseñó en una clase de caza en el bosque.

Si me viera ahora, no se pondría tan chulito.

El príncipe mira a Ryan desde lo alto, dominándole. Se acerca despacito a él, como un depredador ante su presa.

Los dos vampiros se hablan, ¡pero no yo no oigo nada! ¡Ni siquiera con mi oído vampírico logro ir una palabra!

No me gustaría estar en el lugar de Ryan, que se va echando hacia atrás poco a poco. El Príncipe es impresionante, grande, sombrío, amenazante... aterrador incluso.

Si las cosas están tan tensas entre ellos, ahora entiendo mejor por qué a Ryan no le apetece nada ser Consejero y compartir el egregorio como el Príncipe.

De repente, Ryan se enfada. ¡¿Pero está loco!? ¿Qué mosca le ha picado para hablarle al Príncipe de esa manera? ¡Eso no se hace!

El príncipe se queda de piedra. Hace una sonrisa inquietante y saca sus dos colmillos blancos, largos y bien aguzados. Me entra un escalofrío por todo el cuerpo.

¡Tengo la impresión de estar en una película de Hitchcock y de que, en unos segundos, el Príncipe va a explotar y a matar a Ryan ante mis ojos!

El Príncipe sigue avanzando, obligando a Ryan a echarse para atrás hasta entrar en el despacho. La pesada puerta se cierra a sus espaldas.

El Príncipe me impresiona.

El poderío del Príncipe de las Tinieblas impone a respeto. Lo volvió a demostrar anoche.

¡Y pensar que él es mi creador y que estamos unidos para toda la eternidad! ¡Estoy impaciente por ser tan poderosa como él!

Mientras tanto, aprieto aún más el libro contra mi pecho y corro a mi habitación.

(...)

Este libro simple y llanamente increíble... Estoy totalmente enfrascada vez

Hace ya tres o cuatro horas que estoy leyéndolo, ¡y no me apetece nada parar!

¡Las descripciones sobre la vida de Aidan Gallagher durante la Gran Guerra Oscura son absolutamente magníficas!

⁰ El príncipe de las tinieblas - Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora