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El control de la situación siempre ha sido cambiante, la mayoría del tiempo Bill es quien dirige todo, aun cuando ni siquiera lo nota, y yo sigo lo que a él le plazca, en todos los aspectos

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El control de la situación siempre ha sido cambiante, la mayoría del tiempo Bill es quien dirige todo, aun cuando ni siquiera lo nota, y yo sigo lo que a él le plazca, en todos los aspectos.

La gente que nos rodea asume que yo soy quien manda en la relación, de hermanos y pareja, pero nada más alejado de la realidad, los dos tenemos nuestro carácter y siempre nos hemos conocido muy bien, por eso sabíamos cuándo ceder y en qué momento teníamos que ser quien decidía el rumbo de todo. Lo complicado era cuando los dos teníamos la idea de ser el que estuviera a cargo o la de delegarle la responsabilidad al otro.

Cuando éramos más chicos todos los días viajabamos de Leipzig a Magdeburg para ir a la escuela, era alrededor de hora y media de ida y el mismo tiempo de regreso. Nuestros padres pensaron que mudarnos para allá sería bueno para todos, este fue un plan que idearon durante varios años. Gordon recibía llamadas de trabajo que lo solicitaban en diversas partes de Alemania y no sería un problema para él, mamá trabajaba haciendo y restaurando pinturas, también tomaba trabajos arreglando ropa para sacar un dinero extra, por lo tanto, ella sentía que podía hacer eso e incluso tener más trabajo en Magdeburg; y por supuesto que tener más de tres horas libres nos permitiría estudiar, entre muchas otras cosas, que seguro a Bill y a mí se nos ocurrirían.

Unos meses antes de terminar la secundaria Andreas y sus padres se habían mudado, pues su papá encontró un trabajo mejor pagado como administrativo en una oficina en el centro de Halberstadt. La mamá de Andreas también encontró trabajo en una guardería en el mismo distrito. Ahora nos encontraríamos más lejos de nuestro amigo, cosa que Bill agradeció después del incidente de mi beso con Andy, pero seguía asistiendo con nosotros a la escuela y frecuentandonos, en especial a mí.

Finalmente, el plan de mis padres se volvió una realidad y nos mudamos de Leipzig antes de iniciar la preparatoria, la situación económica era muy complicada, incluso más que en Magdeburg, nuestro nuevo hogar. Para nosotros ahí todo fue fácil porque ya conocíamos a Georg y Gustav, nuestros amigos y cómplices. Ellos hicieron clic con nosotros desde el primer momento, sin mencionar la familiaridad con el resto de nuestros compañeros de la escuela, ambos factores hicieron que la prepa se nos diera de maravilla, viviendo todavía más cosas de las que ya conocíamos, experimentando con sustancias más fuertes, nuevas y viejas personas entraban a nuestros panoramas, pero siempre unidos.

Era 31 de agosto, nuestro cumpleaños diecisiete era al día siguiente y nuestros padres querían llevarnos de paseo en familia, no era realmente lo que queríamos pero el destino era genial.

Íbamos a viajar a Berlín, nos dijeron que nos darían una cantidad de dinero que podíamos gastar en lo que quisiéramos allá, por eso y como agradecimiento a nuestros papás por hacer el esfuerzo de llevarnos y de ahorrar dinero para cada uno, aceptamos sin reparo. Bill quería comprar ropa que estuviera de moda en la capital y yo una guitarra nueva o un teclado, tal vez una cámara digital.

Ese viaje con nuestros padres sería la razón de que semanas atrás nuestros mejores amigos, Georg y Gustav, organizaron una reunión en la cabaña del padre de Georg el día antes de nuestro cumpleaños.

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