CAPÍTULO 26

289 42 16
                                    

Capítulo 26: Elecciones presidenciales

─Lo mejor será que nosotros nos encargamos de hablar con los 3 marcados que queden ─zanjó Nak, evidentemente molesto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─Lo mejor será que nosotros nos encargamos de hablar con los 3 marcados que queden ─zanjó Nak, evidentemente molesto.

Desde que habíamos vuelto a la mansión lo único que había hecho era soltar gruñidos y fruncir aún más el ceño.

Y cuando hablaba de "nosotros" se refería a Valak, Sienna, Mónika, Bastian y él. Demothi y yo estábamos descartados de seguir siendo parte de la investigación. Al menos por el momento.

─Es injusto ─protesté, los demás me miraron asombrados─. Demothi y yo necesitamos estar presentes, es necesario que ellos confíen en que no les haremos daño.

Nak me miró de una manera absurdamente posesiva y furiosa.

─Salgan ─exclamó de una manera que hizo que me estremeciera por completo.

Nadie protestó, todos salieron de la sala de descanso, dejándonos a solas.

Pontianak se acercó a mí quedando solo a un par de milímetros.

─¿Qué estás...? ─comencé a decir.

─¿Qué no fui claro, Nayla? ─preguntó con su mirada roja más brillante que nunca─. No te voy a arriesgar, no permitiré que tú misma te pongas en riesgo.

Me tomó del rostro con ambas manos, sin dejar de mirarme fijamente.

─No dejaré que te pase nada si yo puedo evitarlo, te juro que antes de que siquiera piensen en ponerte un dedo encima estarán muertos, ¿oíste?

Asentí levemente antes de que me besara con aquella feroz pasión que ya conocía bien. Me dejé llevar, enrollando mis manos en su cuello, en su negro cabello. Mierda, como me encantaba.

Se separó de mí agitado.

─Si yo te perdiera, Nayla, sé que perdería el rumbo por completo.

Mi corazón estaba palpitando tan fuerte que temí se saliera de mi pecho.

¿Esa era una confesión? Maldita sea, esperaba que lo fuera. En los últimos meses éramos inseparables, pero nunca habíamos hablado de sentimientos, de estar en una verdadera relación.

Tenía miedo de decirle lo que sentía, aunque no estaba segura de que era. Lo quería, pero pensarlo y decirlo eran cosas muy distintas, y temía alejarlo de mí si me ponía sentimental al respecto. Lo tenía, y si tenía que tenerlo de aquella manera casi superficial no me importaba en absoluto. Lo tenía, y eso era lo único que necesitaba.

Me aferré a él, deseosa. Lo necesitaba, maldita sea que lo quería.

Tocaron la puerta y bufé molesta cuando Nak se separó de mí.

─Lamento interrumpir, pero tenemos trabajo que hacer ─dijo Mónika mirándonos de arriba a abajo.

La vampyr salió como si nada, dejándonos nuevamente solos.

Cuidado con lo que deseas [EN FÍSICO EN FEBRERO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora