【Este libro contiene pequeños cortos sobre el ship Shadowpeach de Legó Monkie Kid, basadas en pequeñas ideas que se me ocurren o me puedan compartir, o incluso sacando ideas de películas o series.
En fin espero que lo disfruten, así como yo disfrut...
El de pelaje pardo se despidió de su alumno, una vez el entrenamiento terminó, cuando no lo vio más se dirigió rápidamente a su cabaña, tenía que buscar a su invitado, quien seguramente estará muy molesto con él...
Y la verdad, es que no podría culparlo
Lo había dejado esperando mucho tiempo, para ser más exactos desde la mañana y ya era casi medio día, tendría que disculparse de rodillas si quería obtener su perdón, después de todo había olvídalo que pasarían el día juntos y le propuso entrenar a cierto chico a quien aun le decían que se odiaban y que no toleraban estar en el mismo lugar por mucho tiempo
Era una mentira bastante vaga, porque no se esforzaban mucho en esconder su relación, más bien MK era muy despistado como para darse cuenta.
En cuanto se adentro a la cabaña fue abordado por una sombra, quién lo acorraló contra la puerta.
—Te tomo bastante tiempo— su tono de voz que era hostil le daba a entender que quizás estaba algo irritado, separó los labios del contrario con su pulgar —será mejor que recompenses mi paciencia ¿Entendido, peaches?~—
El monarca rodeo los ojos, pero no se negó, compensaría a Macaque todo lo que quisiera.
—Hablas demasiado ¿Qué esperas para besarme?— el que fuera atrevido era una de las cosas que siempre le había gustado a Macaque de él.
El domador le regaló una mirada a sus mejillas antes de juntar sus labios con los de Wukong, lo beso como si hubiera anhelado poder saborear esos labios todo el día y no estaba muy alejado de la realidad, los besos que se daba con Wukong lo hacían sentir tan vivo
Oh... Y cuando peleaban por el control, era simplemente maravilloso.
•
•
•
•
•
Wukong se encontraba a horcadas de Macaque, quién estaba acostado en el suelo a un lado del sofá, el rey se estaba encargando de repartir besos por todo el rostro de su amante y de vez en cuando lo besaba, para iniciar una pequeña batalla de lenguas que siempre trataba de ganar, cuando se separó del último beso que le dio se miraron a los ojos por un rato, solo apreciándose, sólo amándose.
—¿Desde cuando los enemigos se besan?— pregunto el de bandana apoyado en el sofá, había entrado a la cabaña hace solo unos segundos y en vez de sobre reaccionar se quedó mirando.
Ambos primates se congelaron.
—Vamos, soy curioso ¿Desde cuándo?—
—¿Puedes?— murmuró tímidamente el de pelaje dorado, mientras ocultaba su rostro en el pecho del guerrero.
—Ni lo digas— chasqueó los dedos y casi de inmediato un portal se trago a MK.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Qué tal estuvo?
En fin que tengan un buen día, tarde o noche, no olviden dejar su estrellita y algún comentario si les gusto.