【Este libro contiene pequeños cortos sobre el ship Shadowpeach de Legó Monkie Kid, basadas en pequeñas ideas que se me ocurren o me puedan compartir, o incluso sacando ideas de películas o series.
En fin espero que lo disfruten, así como yo disfrut...
Si alguien le hubiera dicho a Sun Wukong que terminaría cuidando de un pequeño como si fuera su propio hijo, probablemente se habría reído a carcajadas, sin embargo, ahí estaba, con su vida patas hacia arriba debido a Xiaotian, aunque realmente no podía quejarse, si bien al principio le había parecido una molestia imposible de deshacerse, con el tiempo, casi sin darse cuenta empezó a encariñarse con él
Y ahora, el cachorro estaba empezando a ocupar el lugar más importante en su corazón
Es por eso que su cabaña ahora era un caos, estaba llena de cosas para bebés, habían juguetes por todos lados, dibujos adornando las paredes, ropa pequeña tirada por todos lados y en medio del desastre varios proyectos a medio terminar, como una cama colgante que estaba construyendo ya que sabía que a su cachorro le iba a gustar
Maldición, hasta ya le decía su cachorro.
Un tirón en su cola interrumpió sus pensamientos, al bajar la mirada, se encontró con los ojos traviesos del castaño, alejo su cola, solo para ganarse un puchero de su parte, fue algo tan adorable que no pudo evitar reírse, al final dejó de resistirse y comenzó a mover su cola de un lado a otro para que este la persiguiera con una determinación infantil.
—¡Eso, muy bien, eres rápido pequeñín!— exclamó, riendo al ver la emoción del bebé, quien reía cada vez que lograba atrapar la cola por unos segundos.
La risa del cachorro se convirtió rápidamente en su música favorita...
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Con cada día que pasaba, el cariño que sentía por el menor crecía, y ahora pasaba la mayor parte de su tiempo buscando formas para hacerlo feliz, como recolectar cosas brillantes juntos o dibujar en piedras como solía hacer en el pasado con Mihou... Después de la muerte de su compañero nunca pensó que el color volvería a su vida, pero Xiaotian lo había logrado
Le había dado una razón para existir.
—Nmbah— llamó el pequeño, quien tenía las palmas manchadas con pintura, le estaba mostrando su creación.
—Te quedó muy bien— halago a pesar de que no entendía para nada el dibujo, pero eso logro sacarle una pequeña sonrisa al contrario.
Más tarde, derrotado por el cansancio el más pequeño se quedó dormido en el regazo del pardo, con una manita aferrada a un mechón del pelaje de Wukong.
—No puedo creer que me hayas atrapado con tu ternura... Bribón...— murmuró, acariciando suavemente el cabello del niño y antes de quedarse dormido se encargó de murmurarle promesas de cuidarlo.
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¿Qué tal estuvo? Espero que les haya gustado, aún queda una última parte.
En fin que tengan un buen día, tarde o noche, no olviden dejar su estrellita y algún comentario si les gusto.