↤𝕲𝖊𝖎𝖘𝖍𝖆 𝕭𝖗𝖚𝖏𝖆↦|| Ryome Sukuna
"𝕭𝖗𝖚𝖏𝖆"
Una palabra la cual inspira temor con solo pronunciala, leerla e oírla.
Seres con poderes sobrenaturales capaces de poner a temblar pueblos enteros.
Para el R...
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—¡Nova! —nombro con desesperación.
No hubo tiempo a reacción alguna. Aquel cubo había explotado en frente de la pelirroja.
—~Murus.
Un muro totalmente creado con su energía la protegió. Llamas abrazaban los edificios y personas de aquel pueblo. La pelirroja todavía se encontraba aturdida por la explosion, pero aún así se mantenía de pie. Su borrosa mirada se paseo a su alrededor, observando cada escena, buscando algo que le respondiera que era lo que estaba sucediendo.
Un silbido llamo su atención. Miro hacía donde provenía aquel sonido, y sus ojos se encontraron con una figura masculina entre las grandes llamas. Este empezó a aplaudir.
La pelirroja frunció su ceño mientras que movía su cabeza. Le estaba doliendo y aquellos sonidos estaban resonando en el interior de su cabeza e oídos. Ahora mismo, el hecho de tener unos excepcionales sentidos eran una tortura para ella.
—Tu si vales la pena, hubiera sido una de esas mediocres brujas que e matado y seguro se mueren a la primera, pero tu pudiste soportar esto.....la mocosa tenía razón.—dijo esto ultimo en voz baja. Este se estaba acercando a la bruja, pero no lo sufiente como para decir que estaban a cinco pasos, si no en una distancia prudente. El no sabía mucho de ella, por esto, no se quería arriesgar.
La bruja se mantuvo callada y como respuesta solo levanto su mano en dirección al intruso. El contaría solo observaba, mientras que lo hacía pudo ver la profunda mirada de esta, era como un espacio vacío que en el se reflejaban aquellas llamas. Un repentino escalofrío recorrío su cuerpo. Cuando este iba a reaccionar, fue empujado con fuerza, lo sufiente como para hacerlo estrellar con unas pequeñas contusiones.
Una risa malvada salió de el mientras se levantaba de los escombros.
—No me e presentado, soy Kenzo Miyamoto.— habló —Mujer, ¿A caso no te han enseñado que a un hombre se le respeta? —pregunto con una sonrisa arrogante.
—¿A caso tu eres hombre? —la comisura de sus labios se curvo con burla. A comparación de como se sentía y estaba ella en un inició, ahora se sentía mucho mejor, habia recuperado sus sentidos, pero sus dolores aun no desaparecian.
Una de las desventajas de las brujas y brujos es que, no pueden curarse a si mismos.
El contrario arrugó sus cejas amargamente. Para nada le había agradó aquella respuesta.
—Me encantara verte delirando de dolor. —fue lo unico que dijo para que luego unas cadenas se dirigieran por detras de la pelirroja.
Esta se iba a mover y lo hizo, pero no fue lo sufiente rápida. Su muñeca izquierda fue atrapada por estas, para luego seguirle a su otra muñeca.
La pelirroja solto un quejido de dolor. Las cadenas la estaban quemando.
—~Pat
No pudo terminar su conjuro, sus labios habían sido silenciados, el causante era una especie de bozal, este de igual manera la estaba quemando. Esta callo de rodillas.
