↤𝕲𝖊𝖎𝖘𝖍𝖆 𝕭𝖗𝖚𝖏𝖆↦|| Ryome Sukuna

CAPÍTULO 10

Aihara Nova

-¡Nova! -podía oír como gritaba mi nombre una voz femenina la cual resonaba como un doloroso eco en mi cabeza.

Me llamaba desde los lejos. Jamas la había oído, era la primera vez que la escuchaba. Antes de que pudiera saber de quien pertenecia mis ojos se empezaron a abrir.

Al inició no podía ver nada. Solo el lugar manchado con manchas oscuras, como si en mi vista hubiera salpicado tinta negra. Quedé un rato asi hasta que poco a poco empeze a ver como se desaparecian estas. Abrí por completo mis ojos lentamente como si me pesarán, y realmente sentía como lo hacian. Tube una imagen nublada al abrirlos en su totalidad solo podia apreciar el borroso destello de las luz que desprendían las velas y alumbraban la habitación.

Después de unos pequeños segundos pude aclarar mis vistas y lograr ver con mas detalle la habitacion. Color beige pintaban las paredes con finos patrones dorados de distintos signos. El cuarto era espacioso y comodo, al frente de mi quedaban unas hermosas puertas de madera barnizada. Me di cuenta que estaba acostada en una enorme cama con sábanas terciopelo color rojo.

《Suave y comoda》pensé.

Seguramente si no fuera por el unico detalle que corro peligro, ahora mismo seguiría durmiendo cómodamente en esta cama sin levantarme.

Note que el corte que había recibido en el pecho estaba cicatrizado. Dolia un poco cuándo respiraba.

Quería levantarme, pero me sentía tan débil que seguramente el minimo golpe y muero. Habían una puerta frente a mi y ni siquiera podía decir "Si, escaparé por ahí y listo." Si como escapar en este maldito estado que me encuentro y con un maldito hechicero que parece maldicion y que en cualquier momento me puede matar fuera fácil. Esto es pefecto. Todo lo que me pasa parece como si el mundo conspiraba contra mi.

《A la mierda todo》

Empeze a mover hasta llegar a la orilla, intenté levantarme, pero como la estupida que soy mis piernas simplemente me abandonaron y caí al suelo. Reí como si de un buen chiste se tratara.
Estoy muriendo lentamente. El hecho que cada vez sea más inútil me lo dice. Puedo sentir como mi cuerpo pierde vida. Era lógico, perdí mi sangre maldita la cual abarcaba la mayor parte de mi sistema sanguíneo. Seguramente estoy anémica, y más con los hermosos golpes que recibí de parte del tipo ese, me terminaron de joder.

Inconscientemente mis ojos empezaron a arder. Los cerre con fuerza dejando salir más de dos lagrimas, casi como si las exprimiera. No quería morir. Simplemente no quería morir. Ni aunque no tuviera nada, ni siquiera un propósito. No queria ¿Por que a la gente que no le importa nada le va condename bien? ¿Por que los que quieren vivir mueren y los que no quieren más viven?

Solte más lagrimas. Ya ni podía respirar bien, tenia las narices obstruidas por el llanto. Mi pelo se pegaba a mi humedecido rostro, y un incomodo dolor se alojaba en medio de mi pecho. Me enrollé en aquel fino suelo de madera, para seguir llorando como una condenada.