↤𝕲𝖊𝖎𝖘𝖍𝖆 𝕭𝖗𝖚𝖏𝖆↦|| Ryome Sukuna

CAPÍTULO 1

|Edad Edo|
     1635

La menor de pelo rizado se encontraba en un jardín recogiendo hierbas qué su tía le había ordenado, mientras salían  melodias de los labios de la peli-carmesi.

Al rato volvió a casa. Sostenía una canasta llena de romero, manzanilla, menta, entre otras hierbas. –¿Lo traes todo? –pregunto la mayor viendo llegar a la menor.

–Si. –se limitó a responder, se acercó a la mesa y dejo la canasta en ella. –¿Que me vas a enseñar? –pregunto curiosa, tomando una flor de manzanilla.

–Posiones, ungüentos y sobre todo la brujería verde. –respondió con una leve sonrisa. –Ya aprendiste sobre cómo usar la brujeria por medio de tu energía, pero ahora debes de aprender como usarla por medio de la materia. –dijo tomando la flor de manzanilla qué había tomado la menor. La flor empezó a deformarse en sus dedos, convirtiendoce en un pequeña serpiente.

La menor miro un poco sorprendida aquel hecho.

–Inténtalo. –dijo esto mientras la pequeña serpiente se volvía nuevamente en la flor de manzanilla, entregándosela a la menor.

La pequeña obedeció, tomando la flor en sus pequeños dedos. Intento convertir a la manzanilla en una serpiente, pero al hacerlo la flor se marchito –Perdón. – se disculpo en un susurro, posiblemente con la flor, mientras en su rostro se formaba una expresión de tristeza.

–No te disculpes, ella sabe que no querías hacerlo–dijo su tía acariciando la mejilla de la menor–Tu error fue que concéntrate mucha energía en ella. Algo como las flores no resisten demasiada de nuestra energía, por ende debemos medirla antes de pasarcela.– explico–Por cierto, cuando los hagas moldea tu energía a la forma que le quieres dar. –añadió tomando la canasta, sacando tres hierba de cada especie. Esta la coloco en la mesa y las ordenó – Práctica con cada una, cuando logres formar una serpiente intenta con otras cosas.–dijo mientras se acercaba a la menor– Me tengo que ir, no tardo–dejo un dulce beso en las mejillas de la menor. Se alejo y se fue.

La de ojos azabaches se quedo mirando cada una de las hierbas. Llevo una de sus manos a la mesa, moviéndola como si estuviera decidiendo cual tomar. Al final eligió un palito de romero. Dando inicio a su práctica.

Durantes tres largas horas se mantuvo practicando. En la primera hora se marchitaron las tres de manzanilla más las otra tres de romero. En la segunda hora esta ya podía medir la cantidad de energía que necesitaban para no marchitarlas, pero aún no sabía moldear la energía. Y a la tercera hora la mayoría de hierbas ya no eran hierbas, algunos los convirtio en insectos, otros en pequeñas serpientes, y algunas en finas pulseras. Las que se suponía que estaban marchitas ahora estaban como nuevas. Definitivamente aquella pequeña sería una gran bruja.

La menor se mantenía tan metida en lo que hacia , qué esto fue interrumpido por los sonidos qué salían de sus estómago. Tenia hambre.

Ella apenas y sabía cómo hacer un arroz y no se arriesgaría a intentarlo . De todas forma si lo supiera hacer no lo haría. Ella era perezosa. Demasiado.