Los hijos de Boruto viajan al pasado para volver a ver a su padre a quien concideran muerto como todo el mundo shinobi.
Pero debido a un error de cálculo, caerán en una época diferente a la que habían elegido, y ahora deberán encontrar la forma de...
Erika había sido dada de alta y ahora podía volver a deambular por las calles junto a sus hermanos y su papá. El Seringan no era un poder ocular común, ella no solo carecía de la fuerza necesaria para controlarlo sino que le resultaba imposible activarlo por voluntad propia.
Era como el Jogan en su momento, pero al menos ahora aquel ojo puro era controlado por ella a la perfección. Por supuesto que habían pasado tres largos años para lograrlo.
Sin embargo este nuevo ojo le causaba mucho miedo, debido a su intenso poder y a lo que le mostraba. Le brindaba información que ella no quería tener. La clarividencia casi la mata, de no ser por su papá otra sería su realidad ahora.
Ella no se despegaba de su papá en ningún momento, después de lo padecido al despertar menudo poder ocultar solo deseaba estar a su lado.
Minato y su hermano Itachi habían decidido entrenar juntos, por lo que fueron al sector de entrenamiento para enfrentarse en un mutuo combate.
Ambos hermanos eran en verdad muy poderosos. Sarada y Mitsuki estaban en el lugar para ser testigos de ese enfrentamiento.
El entrechocar de sus brazos provocó un intenso viento a la redonda. Casi al instante siguiente ambos saltaron hacia atrás alejándose uno del otro varios metros, para contra-atacarse mutuamente.
Minato hizo los sellos necesarios y tras llevarse los dedos índice y gordo a los labios exclamó:
— ¡Katon! ¡Gokakyū no jutsu!
Una gigantesca bola de fuego salió de la boca del rubio al soplar, para dirigirse a Itachi quien, sin moverse ni espantarse, activó su Sharingan azúl logrando activar su técnica reflejó. De esa forma dicho ataque fue devuelto a su hermano mayor, quien lo esquivó a tiempo.
El pelinegro sonrió complacido al tiempo que decía:
— No podrás vencerme usando ninjutsus hermano. Ya deberías saberlo. — Ese es tu punto débil Itachi, confiar demasiado en tu Sharingan peculiar.
Minato estaba detrás suyo, sacó su espada en cuestión de segundos y atacó al pelinegro al instante siguiente. Si bien no lo derrotó, si pudo lastimarlo. Itachi se sujetó el hombro herido mientras miraba a su hermano con disgusto. La herida empezaba a empaparse de sangre y su respiración se entrecortaba.
El rubio volvió a atacarlo pero el pelinegro se defendió con gran maestría. Minato se parecía en todo a Sasuke, utilizaba todas las técnicas del Uchiha dominandolas a la perfección.
En cuanto al pelinegro, se parecía a Sakura ya que era capaz de usar su misma fuerza bruta sin problema alguno.
Era como su abuela materna y su mamá Sarada, pero muchísimo mejor que ambas. A su vez tenía la misma pose que solía usar Deamon a la hora de dar inicio a un enfrentamiento.
Cuando Itachi salto golpeó el suelo con su puño derecho tras haber acumulado todo su chakra en él. Su golpe creo un gigantesco cráter mucho más profundo y gigantesco que el que su abuela y su madre eran capaces de hacer.
Minato apenas pudo esquivar dicho ataque, con una sonrisa en su rostro murmuró:
— Por poco y me matas hermanito. Jajajaja — Si no tienes cuidado eso podría suceder ¿No lo crees hermano? — Si, creo que sí.
En esos momentos todo el cuerpo del rubio se envolvió con un manto amarillo, era el chakra del Kyuubi. Su sombra se había transformado tomando la forma de Kurama rugiendo.
— Veo que decidiste tomartelo en serio hermano — comentó fascinado Itachi
— Si no me lo tomo en serio, sé que me matarás hermanito. Por más que esto sea un entrenamiento. No existen diferencias para tí ¿Cierto?
— Muy pero muy cierto Kyuubi. Atacame con todo lo que tengas, pero recuerda quién soy realmente.
— Eres mi guardián hermanito. Significa que puedes controlarme e incluso matarme. Pero a su vez puedes ayudarme a fortalecerme para ser más poderoso de lo que fuí cuando era un bijuu.
Ambos se avalanzaron el uno contra el otro volviendo aquella batalla mucho más intensa y emocionante para los múltiples espectadores que ahora tenían, entre los que se encontraban Naruto, Sasuke, Shikamaru, Sai, Boruto, Erika y el equipo 10. Todos estaban fascinados con ambos.
— Lograrás serlo hermano. Después de todo el abuelo Sasuke ya te enseñó lo que sabe, ya no tiene nada más que enseñarte. Ahora todo depende de tí y de mí. Pero basta de charlas ¿No crees hermano?
Sin responder Minato se lanzó a su hermanito mayor, pero Itachi fue capaz de contener sus ataques. De esta forma el enfrentamiento fue subiendo de nivel.
Llegó un punto en el que sus habilidades entrechocaron a tal extremo de provocar intensos temblores por toda Konoha como si de un fuerte terremoto se tratase.
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