Las Cosas Que Perdí - Eruri

Siete

Al día siguiente se despierta dolorido, con náuseas y absolutamente congelado. Está de lado y le duele al incorporarse. Tiene un ligero dolor de cabeza y al instante se siente ansioso, pero por lo demás, se encuentra sorprendentemente bien.

No recuerda lo que pasó después de inhalarlo, pero no está en el mismo callejón que cuando lo hizo. Al menos lo lleva todo consigo. Incluso el paquetito con el resto de la cocaína y las pastillas sigue metido en su bolsillo.

A juzgar por la luz, son al menos las doce, y se oyen bocinazos de coches y charlas ruidosas de gente fuera del callejón en el que está. Se levanta, pero le cuesta dos intentos más mantenerse en pie. La bilis le quema la garganta y no puede evitar vomitar. Sólo se sorprende un poco cuando ve un pequeño rastro de sangre.

Sale tambaleándose del callejón e ignora las miradas extrañas y recelosas que recibe de la gente de los alrededores. Se da cuenta de dónde está exactamente, a bastante distancia de donde empezó anoche, y camina hasta que se le doblan las rodillas y se sienta contra la pared. Ha renunciado a intentar no parecer un vagabundo o un desastre en la calle.

Saca el teléfono del bolsillo. El reloj indica que son las once y cuarenta, y tiene llamadas perdidas y mensajes de Erwin en la pantalla de bloqueo.

Curioso, abre sus mensajes y se horroriza al ver que le envió un mensaje anoche.

jod3r erwinesta mierda es demassiado

¿Estás borracho Levi?

no

¿Estás seguro de eso?

no bebí

¿Necesitas que te recoja?

me siento bien otra vez.

Qué bueno que te sientas bien. ¿Necesitas que te recoja?

estoy bien.

mucho

mejor

Contesta por favor Levi.

no puedo

hablar

me falta

el aliento

¿Donde estas?

estaré bien

cerca de casa

¿Estás seguro?

¿Levi?

Responde por favor Levi.

¿Levi?

¿Estás ahí?

¿Estás bien?

Los mensajes continúan un rato más, entrecortados por los intentos de Erwin de llamarle. Se pasa una mano por la cara, mortificado, y teclea rápidamente un mensaje. Sólo espera que no haya cogido ninguna llamada.

Lo siento mucho, Erwin, anoche me emborraché demasiado.

La respuesta de Erwin no tarda ni dos minutos en llegar.

Hey Levi, está bien. Nos pasa a todos. ¿Estás bien? Me llevé un buen susto. Podemos ir a comer y hablar si quieres.

Levi juguetea con su labio agrietado entre los dientes y mira el mensaje con nostalgia. Tiene la ropa un poco sucia -eso pasa cuando duermes en un callejón cualquiera- y se ve, y se siente, como una auténtica mierda.