❪ house of the dragon fanfic ❫
❈ LEGACY ೃೀ
Naerys Targaryen, hija menor de el príncipe Aemon Targaryen y Lady Jocelyn Baratheon, hermana de Rhaenys Targaryen.
Cuando la menor de las Targaryen se ve obligada a contraer matrimonio con Ormund Hightower...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS
" tres años después "
LOS AÑOS QUE LE siguieron a la tragedia ocurrida en el 108 d.c fueron muchos, incluso más impactantes que la noticia del deceso de la princesa Naerys. Pocas lunas después de su muerte, su viudo esposo se unió en matrimonio con lady Lyanna de la casa Tully, una viuda que constantemente contraía compromiso con hombres poderosos para quedarse con sus fortunas, y curiosamente, nadie sospechaba de su estrategia, por lo que siempre se salía con la suya.
La mujer tan sana, fértil y hermosa, le dio un hijo varón a la brevedad. El heredero que tanto quería, puesto en una cuna de oro, de nombre Manfred. Seguida de una hermosa niña, a la que llamaron Margaret.
El hecho indignó a las casas Velaryon y Baratheon, y decidieron romper todo lazo de amistad o alianza con los Hightower al instante. Pero ninguna de esas ofensas le causó tanto dolor a el lord de Antigua, como la de su propia hija, que no le dirigió la palabra y se alejó por completo de él, dándole inicio a la grieta que dividió a su familia.
La reina consorte, ahora esperando su tercer vástago, continuó cuidando de la primogénita de la difunta princesa, fortaleciendo lazos y mostrando amor y devoción por la pequeña, a la que llamaba hija, frente a todos en la corte.
Daenerys gozaba del calor maternal de la pelirroja, y a su corta edad, usaba el poco conocimiento que tenía para aferrarse a la idea de que esa era y siempre sería su madre. No necesitaba nada más que sentir la presencia amorosa de la Hightower para estar bien.
Rhaenyra Targaryen, que se deleitaba con las constantes e incesantes atenciones que le brindaban, se vio opacada por la repentina aparición de la princesa, y se sintió resentida cuando su padre prefirió pasar tiempo con la hija de Alicent a seguir enseñándole sus deberes para con el reino cuando le toque gobernar.
No era un secreto que la heredera despreciaba a cada uno de los hijos de la consorte del rey, y que ese odio lo había cultivado cuando su mejor amiga que casó con Viserys, pero la forma en la que aborrecía la presencia de esa niña era impresionante.
El monarca no entendía sus razones, todas las noches se lamentaba de los actos que cometió en el pasado, rezando a los antiguos dioses para que tenga piedad sobre su alma, y guíen su camino. Iluminando el sendero correcto para mantener el reino en paz y la sangre unida.
La fortaleza roja poco a poco perdía el brillo que años antes le caracterizaba, hundiendo todo en la desgracia y llenando el ambiente de melancolía. Mantenían la cordura solo con la esperanza de tener noticias gratificantes de los peldaños de piedra, donde Daemon seguía luchando esa guerra en nombre de su amada.