La medianoche tejía su manto oscuro sobre la ciudad, y en la cima de un rascacielos, Peter se encontraba inmóvil como una sombra entre las gárgolas que adornaban el edificio. Sus sentidos aguzados, en sintonía con la metrópolis dormida, captaron el murmullo distante de comunicaciones secretas entre los agentes de la ley. Un eco electrónico susurraba los secretos de crímenes y peligros que acechaban en la penumbra urbana.
La calma de la noche se quebró abruptamente cuando la alerta roja, resonante y urgente, se filtró a través de los auriculares de Peter. Aleksei, un nombre que reverberaba con la oscura amenaza de un enemigo, había perpetrado el secuestro del hijo del comisario Gordon, un inocente de tan solo doce años. Las palabras angustiadas de los policías esbozaron el escenario del crimen, un almacén remoto que yacía en la periferia de la ciudad.
Desde su atalaya nocturna, Peter observó cómo los destellos intermitentes de las luces policiales se deslizaban por las arterias de la urbe, guiándolo hacia el epicentro del conflicto. Un asidero firme en la gárgola, se levantó, la capa de la oscuridad envolviéndolo mientras se enfundaba en su máscara de pasamontañas. Con determinación, se lanzó al vacío, sus sentidos arácnidos anticipando el curso de su descenso.
Peter se balanceaba con gracia entre los rascacielos, cada impulso controlado por la destreza de sus muñecas hábiles. La sensación familiar de la red liberándose con un zumbido suave llenaba la noche mientras se aferraba al edificio, permitiéndole deslizarse por el aire con la elegancia de una araña tejedora. Cada columpio, cada salto, era un paso más hacia la maestría en el arte de la telaraña.
El viento nocturno susurraba en sus oídos, y la ciudad se extendía debajo de él como un vasto tapiz de luces y sombras. Peter, entre azoteas y cielos urbanos, comenzó a sentir la danza del balanceo como una extensión natural de su propio ser. Con cada movimiento, el héroe arácnido se fusionaba con la oscuridad, convirtiéndose en una silueta veloz que se desplazaba entre los rincones más recónditos de la ciudad.
Los coches de la policía avanzaban a toda velocidad por las calles, guiados por las coordenadas que resonaban en sus radios. Sin embargo, sobre ellos, Peter se deslizaba como una sombra, siguiendo su rastro desde las alturas. Cada salto era un acto de confianza, cada columpio una afirmación de su habilidad creciente para navegar por los cielos urbanos.
Finalmente, los destellos de los faros policiales iluminaron un descampado donde un almacén y una fábrica se alzaban en la oscuridad. Los coches se detuvieron bruscamente, y los policías emergieron, armados y decididos. Peter, desde las alturas, observaba la escena, sus ojos en alerta mientras evaluaba la situación desde su posición elevada.
El silencio se cernía sobre el descampado, solo roto por el susurro del viento y el crujir distante de la ciudad. La confrontación inminente resonaba en el aire, y Peter como un espectro en la noche, aguardaba, listo para descender en su telaraña y enfrentar la oscuridad que se cernía sobre el hijo del comisario Gordon.
El comisario Gordon emergió de la sombra de un vehículo, sosteniendo un maletín cargado con veinte mil dólares en efectivo. La oscura negociación estaba a punto de comenzar. Con un megáfono en mano, Gordon proclamó su oferta, un intento desesperado por recuperar a su hijo de las garras del temible Aleksei.
La puerta del almacén se abrió en respuesta, revelando la entrada de cuatro hombres armados. La advertencia de uno de los policías se perdió en el aire, un grito de precaución ante la posibilidad de una trampa. A pesar de las voces disonantes, el comisario Gordon, guiado por la angustia de la paternidad, insistió en entrar solo, una determinación marcada por la certeza de la ubicación de su hijo.
La puerta se cerró tras Gordon, y las sombras internas del almacén lo envolvieron en su misterio. Las miradas nerviosas de los policías seguían cada movimiento desde el exterior, listos para intervenir en el instante preciso.
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The amazing spider-man: La novela
Science FictionPeter, un chico de instituto, quiere averiguar quién es y cómo llegó a ser la persona que es en la actualidad. Además, Peter encuentra su primer amor de instituto, Gwen Stacy, y juntos, tendrán que lidiar con el amor, el compromiso, y los secretos...