Dos días después, la luz del sol filtrándose a través de las cortinas apenas iluminaba la habitación de Peter. Abrió los ojos lentamente, luchando contra el peso del cansancio y el dolor que aún lo embargaba. Se incorporó con cuidado, sintiendo cada músculo tenso y adolorido.
El sonido de la puerta al abrirse lo sacó de su ensimismamiento. May entró en la habitación con una expresión preocupada, sus ojos reflejaban una mezcla de compasión y cariño.
- ¿Estás bien, Peter? - preguntó May con voz suave mientras se acercaba a su cama, preocupación reflejada en sus ojos.
- Bueno... La verdad no sabría decirte - respondió Peter, agachando la cabeza en un gesto de pesar.
- Sé que no has estado muy bien estos dos últimos días y lo entiendo. Con todo lo sucedido. Además, al enterarme de la triste noticia del fallecimiento del padre de Gwen es... - May se interrumpió, incapaz de terminar la frase.
- Lo sé - intervino Peter, su tono cargado de tristeza. - Pero me pone triste ver a Gwen así, como está ahora, y me sabe mal no poder hacer nada.
- Ahora tiene que pasar el duelo y eso es lo que más cuesta - dijo May, colocando una mano reconfortante en el hombro de Peter.
- Aun te pasa? Con el Tío Ben - continuó, mirando a Peter con comprensión.
- Claro - respondió Peter, dejando escapar un suspiro. - No hay día que no piense en él.
Peter sollozó en el hombro de su tía mientras se dejaba llevar por la ola de emociones que lo invadía. May lo abrazó con ternura, comprendiendo su dolor y compartiendo su pena. En ese momento, entre lágrimas y abrazos, encontraron consuelo el uno en el otro, recordando al querido Tío Ben y compartiendo el peso de su ausencia.
Después de unos momentos de abrazo reconfortante, May rompió el silencio con una voz suave pero firme.
- En cuanto a la casa, habrá que reformarla
- Sí, tienes razón, todo está hecho añicos - añadió Peter.
- A saber cuánto nos va a costar esto - dijo May preocupada.
- Oye, tranquila, vamos a superarlo. Buscaré trabajo e intentaré compaginarlo con los estudios. Lo importante es que estés bien, después de todo lo que pasó la semana pasada.
- Gracias Peter - dijo May agradecida - Y gracias a ese Spider-man que me salvó la vida.
Peter observó a su tía con mucha ternura.
- Vamos Peter, será mejor que te vistas. Tenemos que ir al entierro.
Peter asintió en silencio, secándose las lágrimas con determinación. Sabía que tenía que enfrentarse a la realidad, por difícil que fuera, y estar presente para apoyar a Gwen en su momento de necesidad.
Mientras tanto, en un almacén abandonado, dos figuras oscuras se encontraban en una conversación tensa.
- Señor, ese tal Spider-man...
- Lo sé.
- ¿Qué quieres que hagamos?
- De momento, nada.
- Pero señor, será un problema para nosotros.
- Tiempo al tiempo...
May y Peter llegaron al entierro del Capitán Stacy. El ambiente estaba lleno de pesar y solemnidad mientras los familiares, amigos y compañeros del fallecido se despedían con palabras emotivas. Al terminar, Peter deseaba hablar con Gwen, pero la multitud impedía que pudiera acercarse a ella, ya que la mayoría de las personas estaban con ella en ese momento. Decidió entonces dirigirse primero a dar el pésame a la familia.
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The amazing spider-man: La novela
Science FictionPeter, un chico de instituto, quiere averiguar quién es y cómo llegó a ser la persona que es en la actualidad. Además, Peter encuentra su primer amor de instituto, Gwen Stacy, y juntos, tendrán que lidiar con el amor, el compromiso, y los secretos...