𝑿𝑿𝑰. 𝑷ú𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒍𝒆𝒏𝒈𝒖𝒂

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❝ EVERYONE WHO SEES YOU WANTS YOU ❞

Mauro nunca había sido alguien realmente celoso, así que cuando Tiago le avisó que iba a salir con amigos, él estuvo de acuerdo y le deseó suerte. Solo había sido una —¿o dos?— vez que golpeó a alguien por acercarse a Tiago y nunca más.

—Sólo avísame cuando llegues, ¿sí, amor?

—Sí, Mau —el omega se acercó a sus labios y lo besó, a lo cual el alfa no se negó. Amaba cuando Tiago lo besaba.

—¿A qué hora vendrás? —preguntó, metiendo sus manos debajo de la remera de su amado y este no se oponía.

—No más tarde de las 21 horas —jadeó cuando sintió la mano de Lit llegar a su pezón izquierdo. —Shh, dejá, alfa malo —le hizo un puchero y un suave manotazo en el hombro a su novio.

—Ah, bueno, yo pensaba ir a visitar a Paulo —sonrió y le dio un beso en la nariz, haciendo que el menor se sonrojara y después asintió.

—Sí, Mau, está bien.

—Si te pasa algo, sabés que podés marcar a mi cel... o simplemente pensalo mucho, la marca me avisa.

Tiago se sonrojó y asintió. Momentos más tarde, salió por la puerta y bajó hasta el último piso, donde uno de sus amigos lo esperaba. Ambos se subieron en el carro y manejaron hacia el lugar de la juntada, platicando de cosas bastante simples y superficiales.

—¡Marquitos! —exclamó, entrando, cuando lo vio. Emkier sonrió cuando vio al omega y abrió los brazos para invitarlo a un abrazo.

—¡Tiago!

Los ojos de Emkier se desviaron con rapidez hacia la marca de pertenencia que Tiago exhibía en el cuello con orgullo. Claro que había visto las noticias de farándula donde se aseguraba que Tiago y Lit Killah eran pareja pero no imaginaba que fuera tan... en serio. Hasta llegó a pensar que era exclusivamente marketing. Su sonrisa se había borrado y eso Tiago claramente lo notó.

—Eu, ¿tas bien, amigo?

Amigo...

—Sí, sí, dale, Tiago.

Él era el único omega en ese grupo de amigos, nunca desencajó porque no tenía exactamente la apariencia de un omega, llegando a ser incluso más alto que varios alfas, pero durante mucho tiempo nadie supo que era omega, siempre trató de ocultarlo.

—Entonces... estás de novio —Marcos tentó el tema mientras uno más ponía las bebidas alcohólicas al alcance de todos ellos. Tiago tomó una lata de cerveza y la destapó mientras asentía.

—Estoy de novia —imitó el meme de Twitter y todos estallaron en risas, incluso Emkier, aunque la verdad este tenía una risa algo fingida. —Sí, sí, lo estoy.

—¿No es PR? —preguntó otro chico, un beta, haciendo que Tiago elevara una ceja en gesto de interrogación. —Stunt o algo así.

—Ah, no, es muy real. Amo a Mauro y Mauro me ama mucho.

Con una sonrisa, Tiago le dio un trago a la cerveza, imaginando a su novio, que si estuviera ahí mismo, diría alguna pelotudez que no los haría dudar de su relación.

Mientras tanto, Lit estaba en casa de Paulo, platicando con él, mientras éste llevaba peluches en sus brazos y los ponía en la habitación matrimonial que tenía con Lombardo, dejándolos ahí para recogerlos más tarde.

—¿Crees que fue bueno que lo dejara ir? No es que yo sea un tóxico pero...

—Creo que es normal sentir celos, Lit —dijo el omega rubio llevándolo al cuarto de la cría, que ya tenía dos paredes pintadas en color verde menta. El alfa teñido no podía evitar mirar el vientre de ya cuatro meses de su casi hermano.

—Duki se enojaría si vos fueras mi Tiago y estuvieras con tus amigos, ¿no?

—Sí... pero no conmigo, estaría enojado con ellos...

—¡Eso mismo! Yo dejo que Tiago se divierta y tenga amigos pero es que no sé si es pelotudo o se hace pero el bastardo de Emkier siempre se lo anda comiendo con la mirada —expresó con un bufido, en un gesto que se le figuró infantil a Londra, quién rió mientras movía de sitio la cuna.

—¿Posta?

—¡Sí! Emkier siempre ha querido con él... Dios y juro que no hice nada pues porque antes no éramos nada el Tiago y yo, ¿no? Pero ahora que es mi novio...

—¿Crees que Tiago te va a ser infiel? —Se volteó a verlo con una mano en la cintura, a la altura del comienzo de su espalda.

—¡No! Pero tal vez Marcos quiera hacerle algo... Debo dejar de sobrepensar, ¿verdad? —Preguntó ante el silencio de su amigo, quién lo miraba con seriedad.

—Sí. Mejor empieza a confiar en que ninguno de tus peores escenarios se harán realidad.

—¿Querés ayuda con la pared? —señaló el bote de pintura y las demás paredes que estaban blancas pero Paulo negó con la cabeza.

—Ya pondré a Mauro a hacerlo otro día —sonrió.

Más tarde, se despidió tras la llegada del alfa de ese hogar. Ambos se saludaron amablemente y Mauro se despidió. Al llegar a su hogar, fue directo a darse una ducha, pues se sentía algo cansado y supuso que un baño lo relajaría. Y quería estar limpio para su novio. Después fue a la sala, a ver la televisión en lo que Tiago llegaba.

—Tenés un olor feo.

Las palabras de Lit lo hicieron pararse en seco y voltearlo a ver fijamente, con gesto ofendido, mientras entraba en la casa, pues el alfa se había levantado y caminado hacia él. Colgó la gorra y habló:

—¿Disculpa?

—¿Por qué tenés olor a otro alfa? —No le hizo caso al gesto ofendido de Tiago y se aproximó a él, tomándolo de sus caderas.

—Ah, por nada, solo me abrazó un amigo.

Mauro se sentó en el sillón y lo obligó a sentarse en sus piernas. Sintió la nariz de su alfa rastreando cada rincón de su cuerpo y luego sonrió la lengua del mayor.

—¿Qué ha...?

Su voz murió en su garganta cuando sintió la lengua de Mauro pasarse por su cuello, pero no de forma suave o apasionada como cuando tenían sexo. Ésta vez sentía la lengua de su novio... áspera.

La lengua de Mauro siguió recorriendo todos los lugares posibles de su cuerpo, al tiempo que liberaba feromonas y lo impregnaba de su aroma, al tiempo que la mente de Tiago se perdía en los recuerdos de hace unas horas.

Emkier se le había declarado y se sintió bastante extraño, pensando si este lo había tratado bien de acuerdo a su amistad o a que esperaba que pudiera dárselo. No estaba triste por no haberle correspondido, amaba a Mauro y su corazón era solo para Monzón pero se sentía ligeramente engañado, como si Marcos nunca hubiera sentido amistad de verdad.

—¿Estás bien, amor? —preguntó el mayor, dejando un suave beso en su cuello.

—Sí. Nunca te dejaré ir —habló después de un rato en silencio. —Sos lo que siempre esperé.


21/12/23
02/07/24

𝐊𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 | litiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora