𝑽𝑰. 𝑺𝒖𝒑𝒓𝒆𝒔𝒐𝒓

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❝ I DON'T WANNA NEED YOU THIS WAY ❞

—¿Seguro que llevas todo? —preguntó Monzón, mirando la maleta del menor, quién se iba a ir a Madrid, pues tenía unos conciertos allá.

—Sí.

—¿Supresores?

—Uy... —revisó la maleta. —No, no hay. —Buscó en los cajones y no encontró nada.

—Qué raro, porque hace como dos semanas, Rusher te compró unos —habló el alfa, recibiendo un asentimiento del menor.

—Sí, ¿verdad? —Tras un rato en silencio, volvió a hablar. —Podríamos salir a comprar unos —sugirió.

Los dos estuvieron de acuerdo. Tiago guardó el dinero necesario, no solo para sus supresores, sino también por si tenía algún antojo. Antes de salir, se encontraron con Enzo, quién se alegró de que por fin salieran a hacer la compra y les dio una lista de cosas que debían comprar.

—Menos mal que Duki se fue a vivir con Paulo —dijo Tiago, dándole la mano a Lit, quién se la sujetó con firmeza.

—Es lo menos que podía hacer por embarazarlo.

—Tenés que entender que se aman, además, creí que ya habías superado tu “rivalidad” con él.

—Es que es como si uno de nuestros amigos se ligara a Ámbar —el omega elevó una ceja al oír el nombre de su hermana. —¿Estarías contento?

—Eh, no, pero si ella es feliz...

—¿Acaso he hecho algo para evitar su relación? —le preguntó y Tiago pudo comprender el fastidio del alfa para con el otro Mauro. —No les he impedido ser felices.

Se soltaron de las manos cuando encontraron unos chicos, que se acercaron y como fans, les pidieron unas fotos. Los dos accedieron y después de unas fotos, sonrieron y se despidieron. Había una canción en inglés, con melodía suave pero a la vez, movediza cuando entraron al supermercado. “Hope I never lose you, hope it never ends...” pudo identificar en la letra. No pudo evitar mirar de reojo al alfa, quién parecía no percatarse de eso.

—Vamos primero por tus supresores —dijo, dejando de ver la lista dada por Enzo, sonriendo al omega, quién se sonrojó y sonrió, mientras su omega interior se emocionaba por ser priorizado por Lit. Fueron a la sección de farmacia o algo así. —¿Cuáles usas, supresores para el celo o solo de olor?

—Normalmente solo uso de olor, pero calculo que este mes llega mi celo, así que es mejor el de celo —agarró la cajita de supresores y la metió en la canastilla de compra.

—Pero también llevá los de olor. No quiero que otros alfas se te acerquen sin que yo esté para defenderte —le colocó la caja de supresores de olor en las manos. Su posesividad halagó a su omega, mientras que él puso los ojos en blanco, sin dejarse llevar por su lado animal. Siguieron haciendo las compras, jugando de vez en cuando, por lo que llegaron a casa casi dos horas después. Volvieron a meterse en la pieza de Tiago, para poner los supresores en la maleta.

Después de eso, bajaron. Tiago se puso a jugar al FIFA con Enzo y Rusher, Lit se unió poco después a ellos, peleándose con Rusher, porque no le podía ganar.

—Bueno, familia, me voy a descansar. Suerte al mejor —les dijo, mientras seguían en el FIFA. Mientras subía las escaleras, Lit se volteó y le mandó un beso.

A esas mismas horas, ya del día siguiente, apenas se encontraba llegando al hotel. Estaba cansado y se tumbó boca abajo en la cama, cuando su teléfono sonó. Le estaba llegando una llamada de Lit, por lo que se decidió a contestar.

—¿Qué onda, gato? —tiró. —Me estaba durmiendo.

—¿Ya llegaste? —en la voz de Lit se escuchaba la preocupación y se sintió feliz de que el alfa se preocupara por él.

—Sí, justo.

—Bueno, te dejo dormir. La vas a romper, Tiaguito...

—¡Esperá! No colgues, porfa —susurró.

—¿Todo bien?

—Sí... solo quiero escuchar tu voz... —susurró con su voz omega, sin saber si ésta funcionaba a través del celular.

—Bien... ¿ya te tomaste los supresores? —preguntó de la nada. En la casa en Argentina, Lit se levantaba de la posición en la que estaba, alarmándose un poco al preguntar eso.

—Tomé uno antes de salir... Se supone que su efecto es de 24 horas...

—Ah, bueno —se tranquilizó. “No quiero que entres en celo y estés con otro alfa que no sea yo”, pensó, para después negar con la cabeza. No le gustaba lo posesivo que quería ser su alfa con Tiago.

—¿Seguís ahí? —preguntó Tiago, evidentemente preocupado por su silencio.

—Sí... pero mejor ya te dejo descansar, que mañana empezás tu show, casquito —dijo con ternura. —Te quiero demasiado —dijo, después de colgar. Todavía no se atrevía a darle nombre a ese ‘algo’ que tenía con Tiago. ¿Pero qué eran? Su alfa estaba ansioso de clavarle los colmillos y hacerlo suyo y él, él como persona amaba la compañía de Tiago y amaba estar a su lado.

Decidió pedirle un consejo a Paulo, después de todo, eran muy buenos amigos, y era un omega emparejado, seguramente sabría lidiar con lo brutos que eran los alfa. Llamó y este le contestó al tercer tono.

—¿Interrumpo algo? —preguntó, pues escuchó un gruñido del otro lado.

—Mau se enojó, jaja, pero nada, ¿qué pasa, amigo?

—Siento algo por Tiago... —dijo después de un silencio incómodo. —Pero el problema es que no sé qué hacer, no sé qué nombre ponerle a lo que somos...

—¿Qué son? —preguntó el cordobés, seguramente con una sonrisa.

—No lo sé, somos mejores amigos pero nos besamos...

—Ah, amigos con derechos...

—No, no, no garcho con él —se sonrojó de solo imaginarse a sí mismo siendo el alfa que atienda los celos de Tiago.

—¿Solo besos? —Sonó decepcionado el otro omega.

—Sí.

—¿No lo cortejas? —escuchó el “no” de Lit. —Tenés que dejarle tus sentimientos en claro, decirle si tus intenciones son cortejarlo o no; puede que su lado racional no se desanime si al final le decís que no lo querés cortejar... pero si su lado omega ya se ilusionó con todos esos besos... tené cuidado porque puede entrar en depresión.

—¿Depresión? ¿Eso no es solo si un alfa deja al omega por morder a otro? —preguntó confundido.

—O sea, sí, pero estás haciendo un lazo con él que... podría tener las mismas repercusiones... —en medio de su charla informativa, Lit escuchó suspiros del otro lado de la línea. —Mau... aguanta... —escuchó el susurro de Paulo.

—Mejor hablamos luego —colgó. No quería escuchar como se cogían a su amigo.

06/12/23
12/05/24

𝐊𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 | litiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora