𝐊𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 | litiago

𝑰𝑰𝑰. 𝑨𝒓𝒐𝒎𝒂

❝ IT’S A LOVE STORY, BABY, JUST SAY YES ❞

Cada persona tenía un aroma de feromonas muy particular. Los omegas solían tener aromas dulces y florales, mientras que los alfas tenían olores “poderosos” y feromonas más fuertes. El aroma de Tiago era bastante delicioso, al menos para Lit, pues era una mezcla de lirio de los valles y rosas. Un aroma algo inusual para un omega macho, más acorde a las omegas mujeres. Pero bastante atrayente.

Tiago se despertó con un hilo de saliva saliendo de su boca, bastante tarde, cabe decir. Miró el horario en su celular, notando que eran las once y media. Desbloqueó su teléfono y entró a Instagram, en donde grabó una pequeña historia de él, recién levantado, claro, tras haberse limpiado la saliva de su rostro. Tan pronto como la subió, recibió una respuesta a esa historia y era nadie menos que Lit con un “Mové el culo y salí de la cama, pajero”.

Puso los ojos en blanco, pensando en que no le iba a obedecer, pero se sorprendió levantándose. Tomó su toalla para ir a bañarse, pero antes rebuscó entre sus cosas, buscando supresores de aroma, encontrando que solo le quedaban los de celo.

Cuando salió del baño, fue directo hacia la cocina, en dónde encontró a su alfa —bueno, todavía no era su alfa, pero por las palabras en la joda pasada, sí que lo era— viendo su celular.

—Che, gato, te re tardaste en bajar —apartó la mirada del aparato y escaneó al omega, que estaba descalzo y vestía una remera y unos shorts.

—Me quedé re dormido y no me despertaste. ¿Y los demás?

—Mari se fue con Rusher y Enzo a hacer la compra y Duki con Paulo —bufó, sacando una risa del menor.

—¿Todavía te molesta que salgan? Ya tienen como un año, tenés que superarlo —dijo sacando el cartón de leche del freezer y el cereal. No recibió respuesta de Lit, por lo que después de dar unos bocados, volvió a hablar: —¿Y vos por qué te quedaste?

—Alguien tiene que quedarse a cuidar la casa. Y al molesto omega que sos.

—¿Qué tiene que sea omega? —Comió otro bocado. Los ojos de ambos se encontraron y Tiago notó como el rostro de Lit se teñía de rojo.

—Olés mucho —fue lo único que dijo.

—Ay, cierto, dejá le pido unos supresores a Rusher, que me traiga —empezó a escribir el mensaje en el celular, mandándolo al otro omega. Volvió su mirada a Lot una vez más y este lo estaba mirando también.
—¿Qué me ves, gato? ¿Te gusto, o qué? —se rió.

—Pues la verdad, sí —ambos se quedaron completamente en silencio, en stock, procesando las palabras del alfa. “¿De verdad le gusto o está jugando?”, preguntó el lado humano y racional de Tiago, mientras el omega en su interior solo chillaba de la emoción, sí por él fuera, Tiago se habría lanzado de inmediato a los brazos de Lit.

“Carajo, así no quería decirle”, pensaba el peli blanco, cabeza de semen, como le decían Tiago y Rusher para molestarlo.

—¿Posta? —susurró el omega, quién veía nervioso a su ¿amigo? Estaba seguro de que ya no estaban en el escalón de “amigos”, porque estaba seguro que los amigos no se defendían en las jodas diciendo “él es mío” o quedándose bastante serios después de un “me gustas”.

—Sí, sí, la verdad es... —el alfa estaba nervioso, lo notaba por sus feromonas, con un delicioso olor a sándalo. Las feromonas se hacían más intensas, por lo que toda la habitación se llenó del aroma de Lit. Para calmarlo, Tiago comenzó a liberar las suyas propias, tomando la mano de Lit suavemente. Sabía que ese no era su comportamiento normal, pero por primera vez, gustaba de comportarse como un omega “normal”.

—¿Sí?

—La verdad es que... —respiró profundamente, inhalando y exhalando las feromonas del omega, dándose cuenta que eran muy dulces y el aroma a lirios era su favorito. —La verdad es que me empezaste a gustar hace un tiempo... desde el pico en el stream...

Tiago sonrió, recordando ese día.

—¿En serio? —rió. Ese día, Lit había exagerado el beso, que había sido un simple piquito e hizo un drama, incluso haciendo que su lado omega se sintiera mal.

—Sí, perdoná por gritarte ese día... Después me di cuenta que sos mi omega destinado...

—¿Qué? —En su vida Tiago había escuchado ese término. Lit le apretó la mano que estaba sosteniendo.

—Lo siento si esto te abruma, casquito, solo quería decirte lo que de verdad siento por vos —le soltó la mano y se levantó, saliéndose de la cocina, dejándolo solo y procesando este hecho.

Cuando los chicos regresaron de la compra, Rusher le entregó los supresores a Tiago, quién, después de darle las gracias, subió a guardarlos. Saliendo de su habitación, vio la habitación de Lit con la puerta entreabierta y sin importarle la privacidad de su amigo, entró.

El lugar estaba lleno de las feromonas del alfa, a quién encontró con los audífonos puestos. Los ojos verdes de Monzón se dirigieron hacia el omega que había irrumpido en su habitación.

—¿Tiago? —las palabras murieron en su garganta, pues este se había sentado en su regazo, acercándose a su rostro.

Se acercó como si fuera a besarlo, pero pareció pensarlo mejor y se dirigió hacia la glándula de olor, dónde aspiró profundamente el olor del mayor.

Se movió ligeramente sobre él, tentándolo; mientras tanto, Lit se resistió a la gran tentación de ponerse sus manos en el culo del menor y de clavar sus colmillos en el cuello. Tiago empezó a liberar feromonas, llenando el lugar de éstas, reemplazando las de Lit.

—Tiago, ¿qué hacés...? —y tan pronto como aquel momento se dio, también se fue. Tiago se levantó y se fue con una sonrisa de autosuficiencia en la cara. —Hijo de puta —susurró Lit, viendo como miembro viril amenazaba con levantarse tras la tentación de Tiago.

Momentos más tarde, bajó a ayudarle a Enzo a hacer la cena y pudo ver cómo este arrugaba la nariz al olfatearlo.

—¿Por qué olés tanto a Tiago?

—Por nada, Enzo.

—Si olés tanto a un omega es porque tenés algo con él... ¿ya le dijiste? —él era el único al que le había dicho de sus sentimientos por Tiago, los demás solo intuían.

—Sí... por accidente —dijo, algo triste.

—¿Y qué te dijo?

—Ese es el problema. No me dijo nada.

03/12/23
25/04/24