05 de febrero de 1950
El día se encontraba soleado, las personas salían a caminar por las calles de la cuidad, mientras disfrutaban de un ambiente tranquilo y sereno, la brisa del aire golpeaba las hojas de los árboles, ocasionando que se movieran al mismo ritmo del viento, el canto de los pájaros se lograba distinguir, el sonido de los autos al pasar de un extremo a otro y de la misma cuidad también.
-¿Qué sabor de helado prefieres? -pregunto una rubia mientras sonreía al ver como su acompañante se tardaba en decidir.
-¿Dónde están los sabores? -detallo cada extremo, buscando el menú de sabores.
-Lo tienes frente a ti Jen -la pelinegra se encogió en su lugar, debido a la pena que estaba experimentando.
-Es tan gracioso -al decir esto recibió una mirada capaz de fulminar de su acompañante.
-No me causa gracia -cruzo ambos brazos en señal de molestia.
-No me mires asi, sabes que eres muy distraída -soltó una carcajada al ver como la chica fingía estar indignada.
-¡No lo soy! -contesto en defensiva.
-Claro que si lo eres.
-Señorita -se escucho una voz que interrumpió la discusión de ambas chicas.
-¿De qué sabor le gustaría su helado? -pregunto la señorita que atendía la heladería.
-Vainilla, por favor -sonrió con amabilidad.
-¿Vainilla?
-Si, sé que es el más común entre las elecciones y aún asi es mi preferido -se encogió de hombros en signo de no darle mucha importancia.
-De tantos sabores que encuentras en la lista, después de buscarlos y al final solo fue vainilla.
-Si, además es mi sabor de helado favorito.
-Es cierto eso, lo había olvidado.
-Aquí tienen -le brindo ambos helados a las dos y estos los tomaron con delicadeza.
-¿Cuánto seria?
-Dos dólares, por favor.
La pelinegra estaba apunto de pagar, pero fue interrumpida por la rubia.
-Yo invito, asi que no aceptaría que pagaras la cuenta.
-¿Segura? -recibió una sonrisa de Lisa y asintió, para después dar el dinero correspondiente.
-Aquí tiene su cambio y espero tengan bonito día.
-¡Gracias! -contestaron ambas al unisonó.
-Debería de sentirme ofendida al saber que ya no recuerdas cosas de mi -fingió limpiarse con la manga de su suéter, las lágrimas que eran falsas.
-Apuesto a que no recuerdas el sabor de mi jugo preferido -hablo con seguridad.
-¿Cuánto apuestas? -se sorprendió ante su respuesta, no espero cierta seguridad en sus palabras.
-Cinco dólares.
-Trato hecho, tú sabor favorito en jugo es el de durazno -la pelirubia la miro con sus ojos abiertos de par en par, al saber que acertó en la respuesta.
-Ganaste -soltó rendida al saber que había ganado la apuesta y depósito los cinco dólares en la mano de Jennie.
-Fue un gusto hacer apuestas contigo.
La rubia al escucharla soltó un bufido, debería de tomar en cuenta ya no apostar en contra de la pelinegra, ya que desde que ambas convivían, siempre terminaba ganando.
LISA
Mi mirada se dirigió a aquellos hermosos ojos esmeralda que tanto había extrañado admirar, observe sus rasgos físicos y aquella sonrisa que cautivaba cada vez más mi corazón.
-Nini -nombre su nombre para que me prestará atención.
-Dime Lili -sin duda mi nombre se escuchaba perfectamente al salir de sus labios.
-¿Alguna vez te preguntaste sobre la existencia del amor?
-No... no me he planteado aquella pregunta.
-¿Qué es el amor para ti, Lili? -deje fluir lo que sentía a través de lo que respondería.
-Para mí, el amor es un sentimiento que no avisa o es inesperado, es algo que ocurre sin saber su hora, minuto o fecha en donde haya llegado en el momento preciso, al corazón no podemos ordenarle que deje de amar cuando hace todo lo contrario.
-Es admirable la forma en la que ves el amor.
-El amor que justo ahora está frente a mis ojos -mis manos se entrelazaron con las suyas en un suave acto, se sentía como estar en casa de nuevo.
-Quiero que tengas en tu conciencia que no me he olvidado de ti, mis sentimientos siguen siendo los mismos desde hace diez años, te sigo amando y siempre te amare, hasta el final de mis días.
-Yo también te sigo amando, como no tienes una idea, te he extrañado día y noche, por las noches me lamentaba el hecho de mi aceptación al querer venir al extranjero y dejarte sola en aquella cuidad, mis sentimientos hacia ti no han cambiado y quiero decirte que te amo, siempre te amare.
-Se que no es el momento o el lugar más romántico, pero no puedo retener esta pregunta por más tiempo.
-¿Cuál es tu pregunta?
-¿Me permites cortejarte y poder ser la compañera de vida que te guie durante toda la vida?
-¡Claro que si quiero ser tu novia! -solté un grito de felicidad y envolví a mi ahora novia, en un abrazo.
En un momento repentino, me di cuenta el hecho de que mi cuerpo, ya estaba descansando encima del frio suelo.
Solté una carcajada al saber la posición en que nos encontrábamos, era un momento que jamás olvidaría, momentos grabaría en mi memoria por durante toda mi vida.
Ya casi estamos a finales de la novela, es una historia corta, por la cuál es ciertamente concreta 😊.
¿Qué sabor de helado es su favorito?
¿Esperaban que Lisa le pidiera ser su novia a Jennie? 🤭❤️
¿Final trágico o feliz?
No lo sabemos aún 🫢.
ESTÁS LEYENDO
𝙻𝚞𝚗𝚊 𝚕𝚕𝚎𝚗𝚊
Teen FictionJennie, una chica pelinegra de ojos azules de recursos medios, se ve impuesta a un amor, ante la persona que estuvo desde su adolescencia, un amor que crecerá apesar de estar separadas, si, aquel amor que buscaba en Lisa. Debido a el negocio de su p...