Apuesta

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El cuarto de Bakugou estaba lleno ahora y el peliverde se sentó junto a Denki para ayudarlo especialmente a él. Bakugou se veía físicamente molesto e incómodo con la presencia del pecoso, sus brazos estaban cruzados, su mandíbula estaba apretada y sus ojos lo evitaban. Midoriya notaba esto, pero estaba acostumbrado a recibir ese trato de parte del rubio, por lo que no se vio afectado.
Todos estaban concentrados y en silencio, Todo lo que se escuchaba era el suave murmullo de la voz aguda de Midoriya mientras repetía palabras para si mismo al resolver los problemas de matemáticas.
- Si, creo que ya terminé ese ejercicio. ¿Cuánto te salió a ti, Kaminari?
Preguntó él mientras jugaba con su lápiz caracterizado de All Might.
- ¿Huh? ¡¿Ya lo terminaste?! Yo apenas lo leí...
Dijo apenado el de ojos dorados y Sero no pudo evitar soltar una carcajada.
- ¡Sero, vamos! No te burles y empieza a ayudarme con esto, ¡por favor!
Pidió Mina y el peliverde sonrió con amabilidad mirando a todos, pero en eso su mirada de cruzó con la del de ojos escarlata y al mirarlo pudo notar que había algo diferente en su actitud molesta de siempre...
- (¿Le ocurre algo malo?)
Se preguntó Deku para si mismo y tan solo bajó la mirada.
- Esta bien, Kaminari. Te explicaré la solución.
Dijo él tratando de distraer su mente.
- En serio, no entiendo que tienen que ver las letras con las matemáticas...
Comentó él con pesadez y se cubrió los ojos con angustia.
- ¡Concuerdo! ¿Qué es lo que sigue? ¿Colores?
Preguntó él de cabello azabache con indignación.
- ¿Hola? ¿Sero, escuchaste lo que te pedí?
Repitió la pelirosa con algo de cansancio. Ella tampoco parecía disfrutar de las matemáticas. La verdad es que el chico de ojos negros la estaba ignorando porque en realidad no había completado ninguno de los ejercicios.
- Ugh, olvídalo. Midobaby~
¿Tú puedes ayudarme?
Preguntó Mina con algo de impaciencia.
- Uhh, lo haría Mina-san, Pero Kaminari requiere más asistencia de la que pensé.
Dijo él con una sonrisa algo tímida.
- Ya sé que soy tonto, no tenías que decirlo tan elegante-
Mencionó Denki con algo de conciencia y aceptación.
- No es eso, Kaminari. Estarás bien.
Uh, Mina-san. ¿Y si le preguntas a Bakugou? Él podría ayudarte.
Sugirió el pecoso con una sonrisa y Denki asintió.
- ¡Si! Bakugou no está haciendo nada, pregúntale a él.
Pero se tardó unos segundos en darse cuenta...
- Espera. ¡¿Bakugou?!
Preguntó Denki muy confundido.
- ¿¡Qué fue lo que dijiste, Deku?!
Preguntó él rubio con una mezcla de grito y pregunta.
- Oh, decía que si podías ayudarle a Mina con sus ejercicios-
Dijo él con algo de timidez de nuevo.
- No, ¿Cómo fue que me llamaste?
Preguntó nuevamente, pero esta vez el de ojos escarlata usó un tono algo más intimidante.
- ¿Qué está pasando?
Preguntó Sero confundido y algo asustado.
- No lo sé y tengo mucho miedo-
Respondió Denki con una voz temblorosa.
- Uhh, ¿Te llamé... Por tu nombre?
Respondió el chico de rizos algo confundido.
- ¿Él cuál es...?
Dijo Bakugou devolviendo la pregunta.
- ¿Q-Qué? ¿N-No sabes tu nombre? Bakugou, eso es algo desconcertante...
Contestó Midoriya y Bakugou se quedó atónito.
- ¡¿Qué?!
Volvió a preguntar pero esta vez incrédulo y molesto.
- N-No entiendo, Bakugou. ¿Qué te sucede?
Replicó el peliverde comenzando a levantarse.
- ¿Qué me sucede? ¡¿Qué te sucede a TI, Nerd?!
Preguntó él rubio y también se levantó.
- Explícame, por favor-
Pidió el pecoso, pero Bakugou se acercó agresivamente a él.
- Te lo preguntaré otra vez, Deku. ¿¡Qué carajos te pasa?!
Pero el de ojos grandes no respondió, cambió su postura y sus pies estaban listos para cualquier ataque.
- ¿Quieres volver a pelear, Bakugou?
Dijo Midoriya con una voz seria y esto fue la gota que derramó el vaso. El rubio se lanzó sobre él y enseguida el humo comenzó a salir de sus manos. Pero sus amigos saltaron al rescate y Sero volvió a enrollar sus brazos con cinta y mientra que Mina lo sostenía Denki se levanto para defender a Midoriya. Él de ojos escarlata se tranquilizó después de forcejear un poco y sus amigos lo soltaron.
- Me largo. Váyanse de aquí cuando terminen, bola de extras...
Sentenció el rubio con cansancio en su voz. Sus amigos lo miraron con atención y él tan solo salió por la puerta y se fue.
- Wow...
Dijo Denki para romper el silencio.
- Midoriya ¿Qué fue eso?
Preguntó Sero aún en shock.
- U-Uh-...
El peliverde volteo a ver a Mina para buscar respuestas en su mirada y la chica volvió a sonreír.
- Es culpa mía.
Dijo ella sin ningún rastro de remordimiento en su voz.
- Yo le dije a Midobabe que hiciera eso, es una apuesta.
Explicó la pelirosa y su sonrisa de gato sonriente se extendió más que antes.
- ¡MINA!
- ¡MINA!
Gritaron los dos al unísono y Sero continuó.
- Eres mala. Lo respeto. Pero ¿Por qué?
Dijo él entre risas.
- ¿A caso quieren hacerlo enojar?
Preguntó él de ojos dorados y se escondió detrás del pelinegro.
No, no, no! Nunca...
Respondió Midoriya con algo de apuro.
- Tan solo quiero demostrarle a pecas aquí presente que a Bakugou si le gusta el apodo que le puso.
Dijo ella casualmente y el peliverde desvío la mirada con una sonrisa nerviosa.
- ¡Oh! Claro que le gusta, solo no le gusta que YO se lo diga.
Comentó Denki con una carcajada y Mina miró al de ojos esmeralda con una ceja arqueada y una sonrisa orgullosa.
- Tenías razón, Mina-San. Pero en realidad me gustaría continuar esto un poco más...
Confesó Midoriya y una pequeña y tímida sonrisa se asomó en sus labios.
El de rizos verdosos realmente esperaba que su amigo de la infancia le pidiera que volviera a llamarlo Kacchan con muchas ganas.
- Claro, Midobaby. Para eso se hizo la apuesta.
Confirmó ella y otra vez sonrió.

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