Interacciones [BKDK]

Peluche

Habían pasado algunos días desde que Izuku se había recuperado. La Quirk de la verdad ya había perdido su efecto en él y por alguna razón, el peliverde se había estado sintiendo menos ansioso de lo usual y se le notaba en su rostro con pecas. Por el contrario, el rubio seguía con emociones demasiado complejas para asimilar y por lejos muy complicadas para expresar. En especial ahora que él de ojos esmeralda le había vuelto a considerar su amigo. Katsuki ya había pensado en eso antes, pero nunca a tanta persistencia. Se había preguntado que pensaba el pecoso de él después de todo lo que le había hecho pasar en sus años de secundaria. Y ahora que por fin tenía su respuesta se sentía todavía más extraño y lo peor de todo, confundido...

El de ojos escarlata visitó a sus padres un sábado por la tarde, decidió quedarse en su casa para volver el domingo por la noche a los dormitorios de la UA. Al volver, traía con él unas galletas caseras, recién horneadas que tenían un aroma dulce y delicioso. Por supuesto, los interesados no tardaron ni un segundo en aparecer.
- ¡Bakugou!, ¿Qué es lo que tienes ahí, eh?
Preguntó Denki con una sonrisa sin siquiera sentir un gramo de incomodidad en él.
- ¡Ay, Denki!, se supone que tienes que saludarlo primero para comparta, sin vergüenza.
Le reclamó la chica de rosa que se acercó a ellos enseguida después de que su estrategia no diera resultado.
- ¡Hey, Bro!, ¿Acabas de llegar?
¡Oh!, ¿Qué trajiste?
Dijo Kirishima mientras se acercaba con casualidad.
- ¿Vez lo que trato de decir?
Preguntó la pelirosa hacia él de ojos dorados que asintió derrotado.
- ¡AGH!, Olviden mis galletas por completo. Son mías y NO les daré nada.
Aclaró el rubio protegiendo sus sagradas galletas.
- ¡Aw, vamos!
Suplicó Denki casi de rodillas.
- ¡Por favooor!
- ¡Por favooor!
- ¡Por favooor!
Pidieron a coro los tres juntando sus manos y mirando a Bakugou a los ojos. Él suspiro y con una suave mirada les dijo.
- No.
Él estaba decidido, su mirada se volvió fría y se fue a su habitación para esconder las preciadas galletas.
- Tenemos que ir por esas galletas...
Ordenó la chica de rosa.
- ¡Si, las galletas del padre de Bakugou son deliciosas!
Agregó Denki con una desesperación inhumana por conseguirlas.
- Pero conseguirlas va a ser difícil, las ocultó en su cuarto.
Añadió Kirishima algo desanimado.
- Bueno, alguien tendrá que distraer a Bakugou para que dos de nosotros vayan por las galletas.
Dictó la pelirosa y luego lanzó una mirada asesina al de ojos dorados.
- ¿¡Y-Yo?!
Preguntó él aterrado y Mina asintió.
- ¡Si, tú Denki!, Echaste a perder el primer plan. Ahora debes de arreglarlo.
Explicó la pelirosa mientras lo señalaba y tocaba su hombro insistentemente.
- ¡P-Pero no puedo ser solo yo! Dijiste que debían ser dos-. ¡¡Alguien más debe venir conmigo!!
Suplicó el sacrificado y sus plegarias fueron escuchadas. Enseguida unos pasos se acercaron hacia ellos.
- Hola, ¿Qué hay?
Preguntó el pelinegro y a Denki se le iluminaron los ojos.
- ¡Sero, tienes que ayudarme!
El de cabello dorado se sostuvo del brazo de Sero y se dejó caer con desesperación.
- Bueno, ya que llegaste al último. ¡Tú acompañaras a Denki!
Dijo la chica y comenzó a caminar hacia la habitación de Bakugou.
- Esperen. ¿De qué están hablando?
Preguntó el pelinegro mientras sus amigos lo llevaban hacia su plan malévolo, pero ninguno de ellos le contesto. Denki tomó a Sero del brazo y lo llevo con él mientras que Mina y Kirishima interceptaron al rubio.
- ¿Bakuboo?
Preguntó la chica de rosa y el rubio volteo a verla a ella y al pelirrojo con sospecha.
- Bro, ¿Cómo estás?
Preguntó el de ojos color Ruby con todos y cada uno de sus huesos contraídos. Kirishima no servía para mentir...
Mientras ellos trataban de distraer al rubio, Denki y Sero se escabulleron en la habitación del rubio. El de cabello dorado empezó a buscar por todo el cuarto en busca de las condenadas galletas.
- ¿Ya las encontraste?
Susurró el pelinegro pero Denki negó.
- ¡No!, ¡Necesito más tiempo!
Susurró él de vuelta y siguió buscando. Kaminari buscó entre la habitación hasta que encontró algo especial.
- Sero... Mira esto-.
Dijo el de ojos dorados y Sero se acercó confundió y curioso.
- ¿Qué cosa?, ¿Las encontraste?
Preguntó el pelinegro pero cuando se acercó a Denki vio algo increíble.
- No puede ser-. ¿Dónde encontraste eso?
Preguntó Sero con un susurró impactado.
- Estaba escondido aquí, bajo su cama.
Contestó el de ojos dorados y por un segundo se quedaron en shock. Pero después de un segundo en silencio, Sero dijo sin voltear a ver a su amigo.
- Hay que tomarle una foto.
- Voy a tomarle la foto.
Asintió Denki y fotografiaron el momento. Enseguida salieron del cuarto y cuando Kirishima los vio salir le dió una señal a Mina y ellos se despidieron de Bakugou. Todos salieron corriendo y el de ojos escarlata se quedó confundido y con cierta sospecha de algo...
- ¿Denki, las tienes?
Preguntó la chica con emoción ya imaginandose el sabor de las galletas.
- N-No, no las pudimos encontrar-.
Confesó el de ojos dorados y Kirishima y Mina se quedaron callados mirando fijamente a Sero y Denki.
- ...
- ¡Pero tenemos algo más!
Añadió el pelinegro y les mostró la foto que Denki había conseguido.
- ¿Qué?, ¿Qué es eso?
Preguntó el pelirrojo mientras ambos miraban la foto.
- ¿E-Es lo que yo creo que es?
La chica miró a Denki y a Sero con impresión.
- ¡Es un peluche de un borreguito!
Explicó con brillo en sus ojos el de cabello dorado y la chica sonrió con esa característica sonrisa suya.
- ¿¡En serio?!
Preguntó asombrado el pelirrojo al ver aquel peluche tan adorable.
- ¡¡Bakugou tiene un lado suave!!
Afirmó el pelinegro con mucha emoción.
Pero después los ojos de la pelirosa se encendieron con una oportunidad.
- Creo que tengo una idea~.
Dijo la chica cantando la última sílaba de su palabra.
Un nuevo plan había sido formado y los amigos de Bakugou estaban listos para su primer movimiento.