Conexión Galáctica [Girls Love] TERMINADA

13. Luz y oscuridad

Moon caminaba junto a Sally luego de que pudiera estacionar su auto y ambas se dirigían a sus aulas de clase. Sally ya estaba enterada de todo lo ocurrido anoche, y como siempre, Moon le pidió que no hablaran del tema.

Jack se encargaba de acompañar a Moon en todos los momentos que podía. Habían hablado del día anterior y de esa hermosa mujer que quería conocer más a Moon. Todo esto le contaba Jack, fascinado. Moon intentaba sonreír y hacer como que todo estaba bien, pero Samantha estaba en su cabeza todo el tiempo, ocupando todo el espacio, sin que nadie más pudiera estar.

El día transcurrió normal para gracia de Moon, quién no quería toparse con Samantha por obvias circunstancias. Pero entonces, llegó la hora de salida, y ahí estaba ella.

Se miraron por unos segundos pero bajó su mirada, sin saludarla ni hacerle un mini gesto de saludo.

Ella estaba avergonzada. Y Moon sintió toda la culpa.

Moon se percató de que ella estaba situada al lado del auto del profesor Carter, porque en unos segundos más, había llegado este. Comenzaron a hablar. Él parecía cansado, ojeroso y realmente afectado. Le decía que no quería escucharla. Peor aún, que no quería verla.

Luego entró a su auto y se fue.

Samantha se alejó también. Y se perdió de su campo de visión.

Moon estudiaba sus apuntes esa tarde, aún que su concentración no era óptima. Estaba dispersa, intentando conectar sus ideas, pero todas llegaban al mismo fin: Samantha.

Era sorprendente, y hasta detestable. Odiaba que no odiaba pensar en ella todo el tiempo.

Revisó su chat esperando encontrar un mensaje nuevo. Cualquier cosa, tal vez... Una invitación para hablar y solucionar las cosas. Pero nada de eso estaba, de hecho, ningún mensaje nuevo se hacía presente.

Moon suspiró. Quiso darle la comodidad de la soledad para que pudiera pensar. Por más que quería hablarle, sabía que ella debía pensar mucho en qué decisión tomar.

Con eso en su cabeza, llegó a una conclusión. Samantha no le había dicho porqué no había aceptado casarse con él. Si él era el amor de su vida, quién la había rescatado del horrible estado de desesperación y dolor, ¿por qué no lo había aceptado? La idea de que no se sentía lista para casarse no era correcta, porque ella misma se lo había dicho. Entonces, ¿por qué?

Miró la hoja que tenía en su escritorio. Letras y más letras que formaban oraciones complejas se situaban delante. Tenía que leer y analizar esa información para mañana. Intentó relajarse, para finalmente, terminar de estudiar.

Llamada entrante.

Era un número desconocido.

—¿Si, quién es? —Preguntó, esperando encontrarse con un ejecutivo al otro lado de la línea, con voz robótica.

—¿Moon?

Esa voz. Parecía reconocerla de algún lado. Pensó en la reunión de Jack. En esos hermosos labios hablándose sobre cualquier cosa, y en esa sensación embriagadora de estar volando sin necesidad de estarlo realmente.

Era ella.

Aquella chica. Aquella hermosa chica que la había besado.

—Con ella. ¿Quién habla? —Se hizo la que no la conocía.

—¡Hola! Disculpa por esta llamada tan repentina. Soy Vanessa, la amiga de Jack. A él le pedí tu número.

—Ah... Hola. ¿Sí, qué pasa?

—Perdón si hice mal al pedir tu número, pero... Pensé que... Podríamos hablar, no sé. Siento que te fuiste muy rápido y pensé que tal vez te hice sentir  incómoda. Quería disculparme por eso.