NUEVE

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Contenido sensible

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El castaño se removió incómodo en la cama. Era gracioso, no había salido al bar con Taehyung y Hyunjin porque estaba cansado y deseaba dormir, y ahora no podía hacerlo.

Miró hacia la mesita de noche, el reloj marcaba la una de la madrugada, pero ellos no habían regresado todavía. Era la noche libre de Taehyung. Su hermana y su cuñado tenían una rara rutina. Durante el mes, cada uno tenía una noche libre para poder salir, no es que fueran a ser infieles el uno con el otro, era para descansar de la rutina del día a día y de las obligaciones de ser padres. Tener una niña tan pequeña daba mucho trabajo.

Viéndolo desde ese punto de vista, comprendía por qué necesitaban una noche al mes para recargar baterías. Así que su cuñado y Hyunjin habían ido a tomar una copa. Era una salida de chicos inocente, solo para beber y charlar, pero no sabía porqué razón lo atacaban los celos al imaginar a un hombre como Hyunjin en medio de un bar, lleno de hombres y mujeres que buscaban un poco de diversión. Conocía a Taehyung y sabía que él jamás engañaría a Jisoo, pero Hyunjin...

Sacudió la cabeza desechando esos pensamientos. El rubio hasta ese momento no había hecho nada para que desconfiara, de hecho, el último par de días habían sido maravillosos. Era el último día del año y después... todo terminaría. No habían hablado sobre lo que harían después y eso lo mantenía inquieto.

Apartó las sábanas de una patada y decidió buscar algo de tomar. Bajó las escaleras y trató de no hacer ruido al entrar en la cocina. Al mirar dentro de la nevera encontró un trozo del pastel de limón que su hermana había preparado, se relamió los labios, tenía hambre. Cuando se ponía nervioso comía todo lo que se le ponía enfrente.

Iba a tomar el plato y el cartón de leche, pero sintió algo a su espalda, hubiese gritado si ese algo no le hubiera tapado la boca.

—Shh. Silencio, bombón, o despertarás a todos.

Jeongin se tensó al oír la voz de Kyungsoo en su oído. 'Bombón' era como lo llamaba cuando estaban juntos. Pero no fue la única causa de su miedo. Olía a alcohol, había estado bebiendo. Kyungsoo no bebía. Pero el olor era inconfundible.

El castaño lo hizo girar para que quedaran frente a frente. Intentó empujarlo, pero lo inmovilizó contra el lavabo. Con un pie cerró la puerta del refrigerador, sumergiéndolos así en la oscuridad.

—Tan hermoso.

El pelinegro se estremeció al sentir la mano de Kyungsoo recorrer una de sus piernas desnudas. Llevaba solo unos pantalones de pijama cortos y una camiseta delgada. La cabaña tenía calefacción, así que no había tenido frío. Ahora en cambio sentía frío, terror e impotencia.

Las manos del castaño no le causaban excitación, jamás pensó que eso llegara a suceder. ¿Cuántos años sufrió por la ausencia de ese hombre? ¿Cuántas veces deseó volver a tenerlo junto a él? ¿Cuánto anhelo volver a besarlo?

Intentó nuevamente empujarlo, pero él aprisionó sus manos detrás de su espalda, el filo de la encimera se clavó en sus muñecas haciéndole daño. Lo sostenía con una mano y con su cuerpo lo aprisionaba mientras con la otra mano le tapaba la boca.

—No sabes cuánto te extraño —susurró Kyungsoo apretando sus frentes juntas—. Me equivoqué, Innie y no sabes cuánto me arrepiento.

Jeongin hizo una mueca agria, su respiración se atascó en su garganta. Eso no era bueno, nada bueno, las alarmas se encendieron en su interior. La mirada desenfocada de Kyungsoo lo asustaba, estaba ebrio, y sabía que no podía confiar en él en ese preciso momento.

Vacaciones a Busan ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora