UNO

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Hyunjin miró la entrada del aeropuerto a través del cristal del vehículo, su chofer ya estaba esperándolo en la acera con su maleta, pero seguía indeciso sobre lo que iba a hacer.

Hacía años que no tomaba vacaciones, de hecho, la sola palabra "vacaciones" estaba fuera de su vocabulario, esa fue la principal razón por la que muchas de sus relaciones jamás funcionaban, algunas, porque él no tomaba vacaciones y sus parejas le exigían atención, y otras, porque ellos tomaban excesivas vacaciones y algunas de ellas terminaron en infidelidades.

"No me importa, Hwang, te quiero fuera de esta oficina y no quiero verte hasta después de año nuevo."

Todavía retumbaban en su cabeza las palabras de su jefe. Hyunjin era un obsesivo del trabajo, le encantaba lo que hacía, era editor de una revista muy importante, pero ese último mes había cometido muchos errores a causa de que le faltaba concentración, todo por culpa de su última pareja, no, en realidad, no eran parejas lo que él tenía; conquista de una noche, tal vez, compañeros de sexo ocasional, pero nada más.

A sus veinticinco, no había encontrado al hombre correcto para sentar cabeza.

Nunca te involucres con compañeros de trabajo.

Era la regla de oro y él la había violado. Meses atrás se involucró con quien no debía y ese alguien se lo estaba haciendo pagar en el trabajo y su jefe obviamente lo culpaba a él por esos errores, después de todo, Hyunjin era el editor en jefe y era el responsable de su equipo de trabajo.

Youngjae sabia eso, por esa razón estaba tratando de sabotear las cosas para que lo culparan a él. Le estaba resultando bastante bien, jamás pensó que Youngjae sería tan rencoroso.

Así que ahí estaba, el día anterior había buscado en internet e hizo reservación en una playa de Bora Bora, había pensado que podría quedarse en casa, comiendo comida chatarra y viendo televisión, pero Youngjae hasta ahí lo acosaba. Por eso tuvo que improvisar. «Playa, sol y mar, las vacaciones perfectas», era lo que decía el eslogan del hotel. Pero aun así seguía sin gustarle la idea.

En dos días seria navidad, pero él no tenía familia con quien celebrar, sus padres estaban divorciados y cada uno hacia planes con sus propias familias, y aunque lo invitaban, él no se sentía cómodo.

A su edad seguía sin hijos, sin familia, sin pareja... Solo tenía su trabajo y ahora hasta eso estaba a punto de perder si no solucionaba el problema.

Tomando una profunda respiración, se colocó los guantes y salió del vehículo, agradeció al chofer cuando le entregó su maleta. No quería vacaciones, pero no podía hacer nada al respecto, a lo mejor utilizaría ese tiempo libre para adelantar los diseños del siguiente mes.

—¡Al fin llegas! —Un joven hombre pelinegro con ojos preciosos se colocó enfrente de él, sus mejillas estaban rojas, no sabía si eran a causa de que estuviera molesto o por el frío que estaba haciendo, después de todo estaban en el aeropuerto de Incheon y era temporada de invierno—. El vuelo está a punto de salir, ¿querías darme un infarto al corazón?

—Yo...

—No tenemos tiempo ahora —lo interrumpió, tomándolo del brazo y apresurándolo hacia la entrada—. Hablaremos durante el vuelo, tenemos que dejar las cosas claras y montar bien nuestra coartada, estoy nervioso, pero todo saldrá bien... tiene que salir bien.

A juzgar por cómo se comportaba el joven hombre, era un parlanchín ansioso. Hyunjin no entendía qué mierda estaba sucediendo, pero el castaño no le estaba dando tiempo ni siquiera de hablar.

—Yo no entiendo qué...

—Escucha —Nuevamente lo interrumpió, ¿era costumbre o lo hacía a propósito?

Vacaciones a Busan ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora