8. ¿En donde está Mason White?

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SLOANE

Sloane: ?????

Sloane: ????!!!!!!!

Sloane: ¿Atentado?

Antes de poder enviar el último mensaje, la luz de la habitación cesó. Oh, no.

¿Por qué siempre tiene que suceder algo desde que el viaje comenzó?

Ya suéltenme por favor.

Mi visión se volvió oscura y los abucheos de parte de los demás no tardaron en escucharse. Oh, mierda.

De prisa, entré en pánico. Esto no podía estar pasando. No sé si era capaz de sobrevivir a un atentado.

Jamás desconfiaba de papá porque él siempre sabía absolutamente todo lo que ocurría en el pueblo (y cerca del pueblo) y tenía la ventaja de que me avisara con tiempo cuando algo iba mal. Pero ahora, ni siquiera tuve tiempo de procesarlo. Todo estaba ocurriendo demasiado rápido.

—¿Quien fue el idiota que apagó la luz? —la voz de Jones resonó. Se oyeron risitas.

—Steven —respondió Tyler. No podía ver sus caras ni nada en lo absoluto, pero si podía escuchar.

Y no tuve que estar viendo para saber qué Steven había puesto mala cara.

—Es un apagón, imbecil —vociferó.

La gente siguió gritando y abucheando, y de un momento a otro, miles de notificaciones comenzaron a sonar. Después llegaron los jadeos. La alarma había llegado, lo cual fue extraño. Los demás la habían recibido tarde.

Escuché el grito aterrador de una chica y después alguien la cayó.

—¡Alarma de atentando!

Y esa fue la gota que derramo el vaso. Algunos comenzaron a correr, un montón de cuerpos chocaron contra el mío. La mayoría quería huir y saber qué pasaba allá afuera. Otros se quedaron ahí; confusos, preguntándose entre ellos, ¿qué carajos pasaba?

Yo también lo quiero saber.

La puerta principal de la habitación abrió y muchos comenzaron a irse. Mi corazón empezó a latir demasiado rápido. Empezaron a resonar algunos gritos allá afuera. Oh, no.

Me sentía tan idiota, no podía ver nada, más que usar la linterna de mi móvil, pero era estúpido.

Entonces, algo me tomó de los hombros.

Grité y me giré hacia aquello, cuando los escalofríos comenzaron a manifestarse. Mis vellos se pusieron de punta y un nudo de adrenalina flotó por mi cuerpo. Me asustó la facilidad con la que lo reconocí. Sabía muy bien quién era. Mi cuerpo lo conocía a la perfección. Trague saliva.

—Sloane —reconocí su voz. Pero no respondí.

Carajo, estaba medio molesta y cuánto odiaba eso. No podía estarlo. Tampoco tenía porque. Mason y yo éramos nada, no podía reclamarle nada. ¿Por qué me estaba importando tanto?

Y tampoco podía enfardarme con Tori. Era mi mejor amiga y a ella le gustaba y eso no era culpa de nadie. Y, quizás Mason sentía lo mismo por ella.
Trague saliva de nuevo.

Pero antes de que finalmente respondiera, me tomó la mano sin previo aviso.

—Tenemos que sacarte de aquí —soltó.

Corrección, teníamos que salir de aquí AMBOS.

Parpadeé, confusa e intenté mirar hacia los lados. Pero, estem. NO HABÍA MALDITA LUZ.

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