9. La reina del hielo

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SLOANE

Al día siguiente, como era costumbre, fui la primera chica del equipo en pisar la arena. Y como la loca puntal que era, me desperté antes de que el reloj sonara. A las cinco cincuenta, para ser exactos, yo ya estaba listísima.

Preparé mis cosas dentro de mi maleta, llegué a la arena y practiqué mi solo una y otra vez hasta estar cien por ciento satisfecha del baile.

Finalmente lo estuve.

Las personas encargadas del campeonato llegaron tiempo después para acomodar algunas cosas, en lo que algunos chicos tenían un mini partido amistoso antes de que las chicas de patinaje artístico ocuparan la pista. Así que aproveche las horas extras para tomar una ducha y al salir de los vestuarios, mis compañeras apenas se encontraban colocándose sus patines para comenzar.

La práctica comenzaba en unos minutos.

Gretel y Mía se intercambiaron una mirada entre ambas para después mirarme a mi y volverse a cotillear cositas. Gracias a ellas, la entrenadora Lynn y Sonia Cooper creían que el accidente de la ventisca junto con Mason había sido de todo menos un accidente.

Malditas boconas de primero.

Tomé asiento al lado de mi maleta para colocarme desodorante cuando reconocí el abucheo de Jones desde lejos. Elevé la mirada y lo vi a él y a Tyler entrar a la sala. Gretel y Mía volvieron a murmurarse cosas por la llegaba de Jones y de Ty, al tiempo que más chicas llegaban. Yo resoplé.

A ver, no tenía una mala relación con mis compañeras. No del todo. Pero tampoco eran las mejores amigas del mundo. Me llevaba bien con la mayoría de las chicas, menos con las chicas de primero. Las recién llegadas como todas les decíamos. A estas chicas les faltaba madurar un poco y mucho cerebro.

—Terminando antes que todos, mmm,  que raro —comentó Jones. Tomó asiento a mi lado con el rostro sudoroso y enrojecido.

Tyler tenía la misma pinta que él. Se acercó hacia los bebederos para rellenar su botella de agua.

Brady apareció en mi campo de visión segundos después. No había visto a ninguno de los otros chicos, que no fuera Ty, Jones y Steven, desde ayer y realmente estaba preocupada. El asunto de ayer había sido demasiado extraño para todos.

—Hey, Brady ¿todo bien? —inquirí de pronto.

Brady me lanzó una mirada entre confusa y sospechosa.

—Sí, ¿por qué? ¿Sucedió algo? —enarcó una ceja.

—No, descuida. Estaba simplemente registrando que haya estado bien con todos por lo de ayer —me encogí de hombros.

Brady parpadeó mucho.

—¿Por qué?

Jones comenzó a reír muy fuerte. Yo ya estaba poniendo los ojos en blanco. Ya sabía a qué venía esa risita.

—Cariño, eres tan mala con la interacción humana que la gente sospecha cuando les preguntas si se encuentran bien.

Le saqué el dedo corazón. Tyler también río.

—Creo que debo demostrarles más seguido que los aprecio y me preocupo por ustedes —me encogí de hombros.

Ambos se detuvieron en seco como si hubiese dicho algo innombrable.

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