Las voces

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¡Qué música tan relajante! Parece LoFi. La brisa. ¡oh, la brisa! Qué tranquilo es aquí, Pero, ¿dónde estoy? ¿Qué es eso que se escucha al fondo? Son; son como olas chocando fuertemente en las rocas.

No siento mi cuerpo; estoy adormecido. Claro, debo estar dopado otra vez. Es la única forma que tiene esta gente para controlarme, Pero espera; esto no es el hospital, Ni siquiera estoy en una cama. Se siente muy duro y, a juzgar por el entorno, parece una cueva. ¿Qué carajos hago aquí? Bueno, al menos está tranquilo todo.

- Estoy en paz. - se dijo mentalmente Thony, tirado en el suelo de alguna cueva costera de la Villa. Allí lo había llevado Mauro luego del incidente en el psiquiátrico. Este se encontraba envuelto en hojas de palma hasta el cuello; velas derretidas rodeaban todo el lugar. varios rezos y una bebida de plantas lo ayudaban a curarse de sus múltiples heridas; además de mantenerlo noqueado para evitar que perdiera el control.

Thony solo podía mover los ojos y con ellos vio acercarse a Mauro. Este se sentó sobre una roca frente a él y lo observó detenidamente. - El olor a hierro ha desaparecido casi por completo, y su color de piel ya es normal; Su aura rebosa de energía - pensó Mauro observando a Thony en el suelo. - Mis rezos son buenos y mi té también, pero ciertamente pensé que moriría. No es normal que se haya curado en tan poco tiempo y mucho menos estando inconsciente. Este chico es bastante particular - prosiguió diciéndose en su mente.

- Antes de venir para acá, encontré tu historial clínico entre los escombros - dijo en voz alta.

- Llevabas internado un par de años; Solías ser un chico muy inteligente, sobresaliente y tranquilo, con una gran imaginación. Algo normal en un niño, pero no se te pasó con el tiempo; Solo empeoró. Hasta que a tus 19 años empezaste a escuchar esas múltiples voces en tu cabeza que te decían muchas cosas malas. Luego vinieron las conductas agresivas y cosas inexplicables empezaron a suceder a tu alrededor. Caíste en los vicios buscando callar tus demonios internos, pero solo fue momentáneo y complicó aún más las cosas. Hasta el punto que tus padres no tuvieron más opción que internarte allí y hacerse a la idea de que ya no existes; porque no vi ningún registro de ningún familiar tuyo. - dijo en voz alta Mauro, a lo que Thony respondió impresionándolo aun más. ya que la bebida que le había dado era potente, como para dejarlo noqueado y sin palabras por unos días más.

- Sí, éramos unidos pero; todo se empezó a complicar y más desde aquella vez que ataqué a mi padre. Estábamos discutiendo fuertemente y luego todo se tornó oscuro. Me levanté del suelo y toda la habitación estaba destruida, y mi padre estaba en el suelo mal herido. En ese momento entraron los paramédicos y la policía y se lo llevaron, con lo cual entendí que teníamos tiempo de estar inconscientes en el suelo. Enfrenté cargos por ello, pero en todo el juicio mi padre me defendió, diciendo que había sido una explosión; que yo no le había puesto un dedo encima. Pero en la habitación no había rastros de ningún material explosivo, las voces en mi cabeza seguían retumbando, me decían que había sido yo, que era un monstruo, un inútil.

- Deseé con todas mis fuerzas que mi familia se olvidara de mí; No quería que siguieran sufriendo por mi culpa. Lo último que recuerdo es el rostro de mi madre llorando y luego su mirada se tornó vacía. Esto fue el mismo día que me trasladaron al psiquiátrico y desde entonces jamás volví a saber de ellos. - dijo Thony desde el suelo, mirando a la nada con nostalgia.

- Lo deseó con todas sus fuerzas; puede que inconscientemente borrara sus recuerdos o alterara sus mentes, para que se olvidaran de él o lo dieran por muerto. Lo de su padre fue telequinesis seguramente. Aún no es consciente de su poder - se dijo mentalmente Mauro.

- ¿Tienes un par de audífonos que me prestes? - preguntó Thony.

- No, pero podría conseguir unos. ¿Para qué los quieres? - respondió Mauro.

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