- La gran actividad neural de la Villa seso, sin embargo cómo pudimos constatar los hermanos enviados allí murieron en combate - dijo el sujeto 1.
- Un brujo muy habilidoso interfirió con nuestros planes de asesinar al sujeto - dijo el sujeto 2.
- No era cualquier brujo, era el resurgente maldito. Si de por sí el sujeto era un objetivo complicado, en compañía de este brujo lo será aún más - dijo el sujeto 3.
- Gran maestro, ¿Como procedemos? - dijo el sujeto 4.
Los Iluminados flotaban en una dimensión mental y oscura. Había cientos de ellos, sus rostros lucían distorsionados y todos se encontraban alrededor del que llamaban el Maestro. Este flotaba por encima de todos, con una gran túnica blanca con capucha que le cubría todo el cuerpo.
- Aunque poseían una gran coherencia, ahora están muertos. Subestimaron al objetivo y además, no contaron con encontrarse al resurgente. Aunque resultaba ser algo obvio, ya que él ha vivido allí durante mucho tiempo y ya nos había dado problemas en el pasado. Necesito que 6 de ustedes vayan en su lugar, desháganse del brujo y luego maten al objetivo - dijo el Maestro. Todos murmuraron, 6 Iluminados era demasiado. De tal calibre era el objetivo, pero nadie contradijo la orden. El Maestro era sabio.
- Vayan, y no se contengan. El objetivo debe ser aniquilado a cualquier costo. Y recuerden, "Lo que es del todo, volverá a ser del todo" - dijo el Maestro, y todos al unísono repitieron esto último como si de un mantra se tratase.
Mientras tanto, en la Villa, Mauro y Thony caminaban por la playa, esta vez por el otro extremo de la villa. Era sabido por todos que allí vivía una antigua curandera y vidente que podía ver el destino de las personas con solo mirarlas a los ojos. Lo único malo era que solo veía su destino final: su muerte. Por esta particularidad, había decidido autoexiliarse, porque dondequiera que miraba, solo veía visiones horribles, lo que la trastornaba. Algunas personas de la Villa acudían a ella por trabajos de curandera, y otros muy pocos para saber su destino.
Caminando Mauro observaba a su nuevo compañero, había pasado una semana y media desde su encuentro, y su coherencia había aumentado demasiado.
"Entre mas alta es la Coherencia, mas clara es la percepción de la realidad y mayor control se tiene sobre esta".
El truco de los audífonos también funcionó; los ataques psicóticos habían desaparecido casi por completo, pero el tiempo que pasaba escuchando música era casi total. La música y las emociones se complementan entre sí: ciertas melodías, notas o acordes disparaban diferentes emociones, sensaciones o recuerdos en la mente de Thony, lo que lo mantenía ocupado y también le ayudaba en su introspección para conocer aún más su ser..
- ¿Qué me ves, viejo? Puedo sentir tus sucios ojos mirándome el trasero. ¿Acaso te gusto, viejo sucio? - dijo Thony en tono burlesco.
- ¡Viejo! Tengo casi la misma edad física que tú, idiota, aunque haya nacido incluso antes de que te pasearas por los testículos de tu padre - respondió Mauro en tono sarcástico -. ¿Acaso no estabas oyendo música?
- Dejé de escuchar hace un rato. Repetir tantas veces la misma canción me aburre un poco. Incluso me he aprendido el orden de mi playlist - respondió Thony.
- Tienes como mil canciones ahi, no pudiste aprender la posición de todas no seas mentiroso.
- Para que veas, tu compañero es todo un crack con la mente - respondió Thony riendo.
- ¡Detente! - dijo Mauro - Allá entre aquellos botes pesqueros, ¿Lo ves?
- ¿Ver que? - respondió Thony.
