Capitulo 23: Un nuevo amanecer

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Era una bonita noche en Arkhadia. Nos encontrábamos en el salón de la sala del trono estaba iluminado por candelabros de cristal que colgaban del techo alto y ornamentado. Un tapiz de ricos colores cubría las paredes, representando los emblemas de los distintos escuadrones que llevaban el nombre de cada héroe legendario como emblema en sus banderas y tapiz. Al frente de la sala, en un majestuoso trono, se encontraba la Reina Isabel III, una figura imponente y sabia que había gobernado con justicia y bondad durante muchos años.

Asta quien ahora tenia 10 años, estaba arrodillado frente al trono, vestido en su uniforme de caballero templario. Sus ojos verdes brillaban con determinación mientras sostenía una espada vieja con respeto y gratitud. Había pasado dos años desde que comenzó su entrenamiento en la antimagia y misiones, y había logrado mucho durante ese tiempo.

Isabel: Asta, hijo de la hoja y la antimagia, te has convertido en un verdadero protector de nuestro reino. Tu valentía y tu fuerza han traído un nuevo amanecer para todos nosotros. - [Sonriendo con aprobación]

Asta asintió humildemente, pero su corazón latía con emoción mientras esperaba escuchar las palabras de la Reina y estaba alegre porque su madre Tamara lo veía con admiración porque se convirtió en un niño muy protector.

Isabel: En reconocimiento a tus logros y dedicación, te otorgo estos objetos mágicos. Que te ayuden a desenvolverte aún mejor en tus futuras misiones. - [Extendiendo su mano]

Asta aceptó los objetos con cuidado, admirando sus detalles mientras sentía la energía mágica que emanaban. Entre los objetos había un amuleto que aumentaba su resistencia, unos guantes que mejoraban su agarre y una capa que lo protegería de condiciones extremas.

Asta: Gracias, su majestad. Prometo seguir sirviendo al reino y protegiendo a sus ciudadanos con todas mis fuerzas. - [Agradecido]

Isabel: Sabemos que lo harás, Asta. Tu reputación ha llegado a todos los rincones de nuestro país. Los relatos de tu valentía y tu habilidad para enfrentarte a la oscuridad se han convertido en leyendas. Tu presencia ha traído esperanza y un cambio palpable en la criminalidad. - [Sonriendo cálida mente]

Asta: Solo hago lo mejor que puedo para ayudar. - [Con modestia]

La Reina se puso de pie y descendió de su trono, caminando hacia Asta y colocando una mano en su hombro.

Isabel: Asta, has demostrado que la magia no es lo único que define a un guerrero. Tu corazón valiente y tu determinación son lo que te hacen especial. Nunca olvides eso. - [Con orgullo]

Asta miró a la Reina con gratitud y un nuevo sentido de responsabilidad. Sabía que tenía un papel importante que desempeñar en el reino y estaba decidido a seguir adelante con honor.

Asta: No lo olvidaré, su majestad. Protegeré este reino con todo lo que tengo. - [Firme]

Isabel: Estoy segura que no lo olvidaras. Por cierto, que paso con el otro novato que destacaba junto contigo en la 2 orden. - [Mirando a los costados a sus súbditos sin poder encontrarlo]

Asta: Si se refiere a Dark, el nunca sabe estar en estas reuniones, creo que para el suelen ser un fastidio. - [Un poco nervioso con cara cómica]

Isabel: Jajajaja, ya veo. No suele ser un chico muy apasionado con su trabajo, debe tener sus motivos por lo cual lo dejare pasar. - [Se acerca al oído de Asta y susurra] - Yo tampoco haría mi trabajo aunque no me creas. - [Sonriéndole mientras le susurraba]

Asta: Vaya, debe ser muy duro ser reina, espero pueda relajarse mas a menudo. - [Sonriéndole]

Despues de decir eso, Asta deja de arrodillarse para ir junto con su madre Tamara quien iba con un vestido azul completo, luego de que Asta se alejara. La reina dijo lo siguiente a sus demás súbditos.

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