Capitulo 48: Comienzan las preocupaciones

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Un nuevo día comenzó en el Reino del Trébol, y el castillo del Rey Mago estaba lleno de actividad y energía. Sin embargo, en una de las habitaciones donde se hallaba el pabellón médico, Astrid dormía profundamente. La luz del sol empezaba a filtrarse a través de las cortinas, anunciando el amanecer.

De repente, Astrid se despertó de golpe, su frente cubierta de un fino sudor. Sus ojos se abrieron de par en par mientras se ajustaba rápidamente a su entorno. Estaba en una cama, en una habitación tranquila y blanca del pabellón médico.

Astrid: ¿Dónde estoy? ¿Qué... qué ha pasado? - [Preguntándose a si misma]

Astrid se incorporó con cuidado, sintiendo un dolor persistente en su cuerpo. Miró a su alrededor y, de repente, los recuerdos de lo que sucedió inundaron su mente.

Astrid: Ya recuerdo..... Asta. - [Molesta al decir lo ultimo]

Recordó el enfrentamiento con Asta, el momento en que él la había derrotado con un poderoso golpe de su espada antimagia y la había dejado en el piso inconsciente donde no recuerda mas aparte de eso.

Astrid: Esa espada... su poder era increíble. - [Preocupada] - ¿Cómo pude ser derrotada de esa manera?

Astrid se sintió abrumada por una mezcla de emociones: humillación, frustración y una sensación de impotencia. La derrota ante Asta había sido un golpe a su orgullo como futura reina maga.

Justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió lentamente, revelando a su madre, Lichita, quien entró con una expresión de preocupación en su rostro.

Lichita: Astrid, estás despierta. ¿Cómo te sientes? - [Seriamente]

Astrid miró a su madre y notó la preocupación en sus ojos.

Astrid: Me siento... adolorida, mamá. - [Con pesar] - Pero lo que realmente me duele es no haber podido ganarle a esa basura con mi mejor técnica. - [Un poco molesta y frustrada]

Lichita: ¿De que hablas, hija? ¿Cual, basura? - [Con dudas]

Astrid al no comprender lo que decía su madre, retoma la razón y se da cuenta que su madre no estaba en el viaje con ella, para lo cual se alarmo.

Astrid: ¿Mama, una pregunta? - [Preguntando]

Lichita: Que sucede, hija. - [Un poco preocupada]

Astrid: Si tu estas aquí, significa que viniste a Arkhadía desde lejos por mí. - [Un poco feliz]

Lichita: Lastimosamente no, hija. - [Quitando la felicidad que tenía Astrid]

Astrid: Entonces, volví al Trébol. - [Un poco desanimada]

Lichita: Si, hija. Estuviste dormida por 6 días enteros, además que tu pa..... - [Siendo interrumpida por su hija]

Astrid: ¡6 días! Ósea que dormí todo el camino devuelta a Trébol. - [Un poco alterada]

Lichita: Si. - [Asintiendo seria] - Además que preocupaste a tu padre durante todo el camino de regreso, ya que no sabia si despertarías.

Astrid: Lo siento, mama. - [Triste]

Lichita se acercó a su hija y le puso una mano reconfortante en el hombro.

Lichita: Astrid, no se que paso allá en Arkhadia contigo. Pero lo importante aquí es que regresaste sana y a salvo. Eres fuerte, y esta experiencia solo te hará más fuerte. - [Diciéndole con una sonrisa que le generaba confianza] - *Tendré que reeducarte cuando volvamos* - [Pensando seriamente]

Astrid asintió, agradecida por el apoyo de su madre. Sabía que tenía mucho que aprender y mejorar, y estaba decidida a superar esta adversidad. Mientras no lograba ver las verdaderas intenciones que tendría su madre con ella.

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