«A situaciones desesperadas, medidas desesperadas».
Donde Taehyung, un Alfa puro y dominante, necesita conseguir a alguien que se haga pasar por su pareja frente a sus padres durante las fiestas decembrinas, y sólo ve como alternativa a Jungkook, el...
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Taehyung estaba estupefacto, el rostro se le caía de la incredulidad, y Seokjin simplemente se limitaba a observarlo mientras cruzaba sus brazos y acariciaba su mentón, preocupado. Su mejor amigo no había dicho ni una sola palabra desde que le confesó aquella verdad un tanto inquietante. En su mente, el Alfa pelirrojo se limitaba a repetir las palabras dichas por su Hyung. "Es mi primo". ¿Su primo? ¡Su primo! El chico era primo de su mejor amigo, el mismo Omega con el que chocó el día anterior y el cuál dejó impregnado un aroma a Fresas en él, ese chico que le había causado una revolución a su Lobo, el cual, al saber dicha evidencia, no paró de dar vueltas en círculos y a mover la cola como perrito faldero. Taehyung parpadeó, para después soltar un pesado suspiro que duró unos cuantos segundos, e instantáneamente se colocó en pie. Seokjin lo siguió con la mirada, hasta que se detuvo frente a su librero.
—¿Tu primo? —susurró, aún incrédulo, pero más consciente de lo que ocurría.
—Sí —atinó a responderle el mayor.
—¿Por qué dijiste que es el Omega perfecto? —le preguntó.
—¿Qué dices? —lo miró confundido, observando cómo tocaba la superficie de sus libros polvosos.
—Dijiste que era el Omega perfecto para lo que yo necesitaba —hizo una mueca de desagrado al ver su dedo cubierto de polvo y procedió a limpiarlo, dándose la vuelta para ver a su mayor—. ¿Por qué dijiste eso sí es tu familiar?
—Pues... —Jin titubeó—, Jungkookie es mi primo, y ha estado quedándose conmigo y Rosé durante las últimas dos semanas, no te lo había mencionado porque no lo creí necesario —se soltó.
—Continúa, Hyung —espetó, con la voz seria.
—Verás, Tae, yo lo aprecio demasiado como para verlo triste por haber perdido las cosas que con tanto esfuerzo logró conseguir —se sinceró—. Yo sé que él necesita el dinero, no me lo dirá pero me doy cuenta de que le apena estar viviendo con nosotros sin aportar nada económicamente. Sabes que a mí nada me cuesta solventar sus gastos pero él jamás me lo permitiría, o se obligaría a sí mismo a regresarme todo lo gastado en él.
—Bueno, entiendo eso —interrumpió, sopesando las palabras del mayor, claro que comprendía que aquel chico se sintiera de esa manera, pero todavía no se explicaba la razón de SeokJin para proporcionarlo como posible candidato, así que volvió a tomar asiento en el sillón y se dispuso a prestar suma atención a lo que su Hyung le decía.
—Jungkookie necesita el dinero también para su escuela y gastos propios —el alfa tomó asiento al lado de su mejor amigo—. Sus padres viven en Busan, y le envían dinero, pero sólo les alcanza para cubrir los costos de su matrícula y sus colegiaturas de la universidad, básicamente el resto salía del bolsillo de Kook mediante ese empleo mal pagado que tenía, y ahora se ha quedado sin esa fuente de ingresos. En estas fechas es difícil conseguir trabajo, por ello pensé en ti y en tu alocado plan para este fin de semana.
