Taehyung lo había llevado a casa de Seokjin a las once y media de la mañana, todo el recorrido fue en silencio, pues Jungkook no podía hacer otra cosa que pensar en el sujeto a su lado y en todo su descabellado plan para mentirle a su familia. Si se ponía a meditarlo, aquello era digno de una película cuya trama perfectamente sería una comedia romántica donde se involucran en los problemas familiares de uno de los protagonistas. Grande fue su sorpresa al enterarse de la edad del Alfa, puesto que para nada aparentaba tener ni siquiera los treinta. En cuanto él le respondió dio un grito, el cual hizo a frenar de golpe a Taehyung. Aún recuerda la breve conversación que sostuvieron después de ello.—¡¿Qué has dicho?! —exclamó, anonado.
—¿Por qué gritaste así? —se extrañó—, ¿Tanto te sorprendió mi edad?
—Bueno, es que, no me lo esperaba, no los aparentas.
—Gracias a mi genética, es lo único que le agradezco a la familia de mi madre.
—Hablando de tu familia —lo miró—. ¿No crees que se les haga indevido que tú y yo tengamos tanta diferencia de edad? Tengo veinte, me llevas una década de diferencia.
—Si utilizas ese término suena peor, no lo digas, me siento anciano.
—Estás anciano.
—¿Quieres caminar?
—Me callo, me callo —dijo—. Pero, ¿no te dirán nada? ¿No nos dirán nada?
—Algo que le dejé en claro a mis padres es que no los dejaría meterse en mi vida, de ninguna manera, así que, descuida, no permitiré que te falten el respeto, o algo parecido, ¿de acuerdo?
—Sí, muchas gracias.
En cuanto estuvo en la comodidad del departamento, buscó por todos los rincones a Kim Seokjin, estaba furioso, puesto que el Alfa había ventilado sus problemas personales con Taehyung, lo que le causaba demasiada vergüenza. Al no hallarlo por ninguna parte, se rindió y se dirigió a su habitación para recostarse en su cama, necesitaba descansar después de aquella reunión que lo dejó sumamente agotado. Eran tantas cosas que aún debía procesar, y el simple hecho de pensar en hacerlo le causaba jaqueca. Durmió dos horas aproximadamente, hasta que Rosé, su prima, regresó de su trabajo y se fue directo a su cuarto. No pudo evitar contarle todo, le dio hasta el más mínimo detalle de la conversación que había mantenido con el Alfa, y ahora se encontraban acostados en su colchón, con los pies contra la pared y mirando el techo como si en él se encontraran todas las respuestas a los problemas del Omega Jeon.
—Míralo por el lado bueno, Jungkookie —le dijo la Beta, mirándolo en la cama.
—¿Cuál se supone que es el lado bueno, Rosé? —cuestionó sin ganas, con la vista fija en el techo.
—Ahora tienes una clase de... ¿Sugar daddy? —bromeó.
—¡Rosie! —le arrojó un cojín al rostro.
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UN OMEGA PARA NAVIDAD. | KTH + JJK.
Fiksi Penggemar«A situaciones desesperadas, medidas desesperadas». Donde Taehyung, un Alfa puro y dominante, necesita conseguir a alguien que se haga pasar por su pareja frente a sus padres durante las fiestas decembrinas, y sólo ve como alternativa a Jungkook, el...