9 de Abril de 2011
Casa de Suguru Geto.— Geto-Sama... —
— ¿Si, Nanako? —
— Alguien toca la puerta. —
— Oh, voy enseguida. —
Dicho esto, Suguru se levantó y se dirigió a la puerta de entrada. Puerta en la cual habían pasado tantas cosas de las cuales él no quería acordarse. No quiso ver por el lente de la puerta, no lo vió necesario. Abrió lentamente la puerta con una sonrisa para recibir a quien sea que estuviera tocando la puerta.
— Suguru. —
Una voz penetrante se pudo escuchar del otro lado de la puerta. Al identificarla, Suguru le pidió a sus hijas que se retiraran de la Sala y se fueran a sus cuartos con una hermosa y amable sonrisa. Ella obedecieron de inmediato y se levantaron, más no se encerraron en sus cuartos. Se quedaron en una esquina tratando de averiguar porque su padre había hecho tal petición.
— Antes de que digas algo, las niñas están aquí. Si escuchan algo que haga que me odien, juro que te mataré... Satoru. —
Detrás de la puerta se encontraba un joven muy alto de cabello blanco azulado con unos lentes oscuros tapando sus ojos a pesar de ser las 11:27 de la noche. Se le veía cansado y desanimado, pero eso no le importó mucho al dueño de la casa misma.
— Suguru, dejame entrar a hablar... Más calmados, por favor. —
Suguru apretó el picaporte de la puerta y con un rostro inexpresivo pronunció un no rotundo, luego precedió a cerrar la puerta lentamente de nuevo. Una mano interrumpió el contacto de la puerta con el marco y se escuchó un ligero gemido de dolor. Acción que alarmó un poco a Suguru.
— Suguru, es sobre Megumi. —
El dueño de la casa abrió los ojos en sorpresa. Abrió la puerta de nuevo y se puso de pie frente a ella.
— ¿Qué le pasa? —
Pronunció haciéndose el indiferente mientras que su corazón se aceleraba cada segundo que veía al peliblanco.
— Megumi todos los días despierta llorando... Extraña mucho a sus hermanas, Suguru. —
Suguru relajó los músculos de la cara y miro hacia atrás, donde estaban ubicados los cuartos de sus dos pequeñas... Nanako y Mimiko. No podía evitar sentir culpa, ya que era cierto. Ninguno de los tres había visto a Megumi desde que decidió que Satoru tendría la custodia de él. Suguru aclaró su garganta y volvió a mirar al sujeto frente a su casa.
— Satoru, sabes lo que las autoridades han dicho. Tenemos que mantenernos alejados el uno del otr- —
Suguru fue interrumpido por un abrazo que el peliblanco le proporcionó. El aire dejó su cuerpo por unos largos minutos y cuando volvió, pudo percibir el perfume que Satoru, su ex marido, había llevado en su ropa y cuerpo desde que lo conoció. Las lágrimas no tardaron en aparecer en los ojos de Suguru, tanta nostalgia lo invadió. Sentía como el peliblanco restregaba su cara contra su cuello y fue ahí cuando soltó sus lágrimas. Lágrimas que llevaba escondiendo de sus hijas desde que se separó de su padre.
— Suguru, por favor... Volvamos. —
Esas palabras cayeron como un valde de agua fría en Suguru. ¿Volver? ¿Después de estar un año y algunos meses más separados? Las dudas lo invadieron, ¿debía aceptar o no? Fue cuando los recuerdos llegaron a su mente...
¡Hola! Esta historia está inspirada en una foto que me encontré en tiktok. Precisamente la que ven arriba de este texto.
Quiero aclarar que el arte NO ES MÍO. Es de un gran artista que se encuentra como @ziyuanyuan1113 en Twitter, tiktok, Instagram y tumblr.Dicho esto, gracias por leer.
¡No apaguen el foco! ☆
ESTÁS LEYENDO
𓏲 ˖ Late Night Visitor . ࣪ ִֶָ ⋆
FanficSuguru y Satoru son un matrimonio divorciado con 3 hijos. Megumi siendo el hijo mayor. Mimiko y Nanako siendo hermanas gemelas. Una noche Satoru llega a la casa de Suguru y sus niñas con una noticia impactante. ¿Qué eligirá Suguru? ☆