8 de abril de 1999
Academia de hechicería en Tokio.- Gojo. - La dulce voz de alguien lo llamaba. Recordaba que se había quedado dormido, pero no sabía en que momento. Se encontraba recostado boca abajo en un escritorio del aula 8, tenía algo de calor, así que se había quitado la chaqueta de su uniforme.
- Gooojooo. - Esa voz de nuevo, ahora más cerca. Quiso levantar su cabeza para ver quién le llamaba, pero la pereza le ganó. Se mantuvo así hasta que sintió un caliente aliento pegando en su oreja.
- Gojo... - Un susurro invadió su oreja, haciendo que se levantase en seguida. Mantuvo sus ojos entre cerrados mientras trataba de averiguar a ciegas quien era, no fue hasta que vio esos enormes pantalones que supo que era Suguru Geto, el nuevo hechicero que había llegado hace unos cuantos meses.
- Ah, Geto. - Suspiró y entrelazó sus dedos para poder estirar su espalda después de esa pequeña siesta. Aún mantenía sus ojos cerrados, pero tenía sus lentes a la mano... O eso creía.
- Gojo, se perdió la última clase. La profesora se enojó mucho con usted. - Suguru desde que llegó a la Academia le había llamado de "usted" y de igual manera, lo llamaba por su apellido. Cosa que no le gustaba, pero tampoco decía nada.
- Pffa, que más da. La vieja esa siempre se enoja haga lo que haga. - Satoru terminó de estirarse y dirigió su mirada a la mesa para alcanzar sus lentes, más no estaban donde el los había dejado. Comenzó a revisar todos sus bolsillos, hasta que escuchó como Suguru se aclaraba la garganta.
- ¿Buscaba ésto? - Extendió su mano y los lentes de Satoru se encontraban intactos ahí. Suguru miraba al suelo en todo momento, no porque no le importara, si no porque aún no se sentía con la suficiente confianza de poder llevar la cabeza en alto.
- Oh, gracias Suguru. - Suguru miró hacia arriba para sonreírle y fue cuando sus ojos se unieron con los del contrario. Pudo notar sus ojos sin esos enormes lentes oscuros que siempre llevaba y lo adoró. Admiró cada tonalidad de color azul diferente en sus ojos, sus largas pestañas blancas le hacían contraste a los brillos de sus ojos y los mechones que caían por su frente y aterrizaban en su nariz lo hacían ver más atractivo aún.
- De... Nada, Gojo. - Suguru tenía una expresión de asombro en su rostro, cosa que Satoru notó. Colocó sus lentes y después tomó la chaqueta de su uniforme, alejándose lentamente hacia la puerta del aula.
Satoru paró abruptamente su paso y volteó a ver a Suguru, comenzó a colocarse su chaqueta mientras veía como Suguru se quedaba inmóvil.
- Hey, Suguru. - Suguru tensó su cuerpo y volteó a ver a Satoru, sus ojos expresaban total curiosidad por él y Satoru podía sentirlo.
- Ven, te llevaré a tu casa. - Suguru sonrió de lado mientras levantaba una ceja, algo confundido podría decirse.
- Corre, se hará de noche pronto. - Satoru salió caminando lentamente del aula, después de unos segundos, escuchó pasos acelerados detrás de él.
Esa tarde-noche, Suguru y Satoru se volvieron muy cercanos entre sí. No tenían mucho en común, pero se entendían él uno al otro y eso les bastaba. Al día siguiente en la escuela se la pasaron todo el día juntos, al igual que el otro día y el otro día. Hasta que 8 meses se cumplieron.
- Hey, Satoru. - Suguru se encontraba haciendo algunas cosas en su libreta mientras que Satoru lanzaba y atrapaba una pelota acostado en la misma banca en la que los dos estaban.
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𓏲 ˖ Late Night Visitor . ࣪ ִֶָ ⋆
Fiksi PenggemarSuguru y Satoru son un matrimonio divorciado con 3 hijos. Megumi siendo el hijo mayor. Mimiko y Nanako siendo hermanas gemelas. Una noche Satoru llega a la casa de Suguru y sus niñas con una noticia impactante. ¿Qué eligirá Suguru? ☆