Same as me

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Presente.
Casa de Suguru Geto.

Llevaba fácil 5 minutos o más tratando de atraparlo, pero por más que picaba el plato con el tenedor, el chicharo seguía saliendo disparado.

— ¡Tómalo con la mano! —

— ¡Papá, no lo lograrás! —

Dos pinchazos más y el chicharo fue atravesado por el pico de en medio del tenedor. Una enorme bulla fue escuchada y unos pequeños brazos lo envolvieron. Podía sentir la cálida brisa de las risas y por primera vez en meses, volvía a reír sinceramente. Abrió sus ojos y al ver hacia en frente, sus ojos conectaron con los de Satoru, los cuales parecían rasgados por la enorme sonrisa que tenía en su rostro.

— Bien hecho, Suguru. — Este lo miró por unos cuantos segundos y después volvió a ver a sus hijos, siguiendo sus juegos y sus risas.



— Papá Geto... ¿Cuándo volverán hermanito y papá? Los extraño mucho. — Una noche de repente, Mimiko jaló sus pantalones anchos desde abajo y pronunció esas palabras. Los ojos de Suguru se abrieron de par en par y después se agachó a tomar a la niña en brazos.

— Megumi y tu papi están en una misión importante... No volverán. — Suguru vió los ojos de la niña y después pensó bien sus palabras.

— No, princesa, me refiero a que no volverán justo ahora... O el mes que sigue. — Suguru suspiró pesadamente y miró a los ojos de Mimiko con una falsa sonrisa tratando de no llorar. Fue entonces cuando la niña abrió sus ojitos más y simplemente asintió, casi al borde del llanto.

Suguru no tenía el valor para decirles a sus pequeñas que Satoru no volvería y que tal vez jamás lo volverían a ver. Pero trataba de poner su mejor cara ante la situación.

No lo diría en voz alta, pero todos los días se arrepentía de haber tomado esa decisión. Tal vez si lo hubieran hablado más tiempo, podrían haber arreglado ese asunto. Pero no, Suguru tomó la terrible decisión de alejarse de Satoru solo por una mala racha de acontecimientos.

11 meses después del divorcio
Alguna cafetería de Tokio.

¿Tanto así? — Una chica de cabello castaño hasta los hombros y unas ojeras que le hacían parecer muerta bebía tranquilamente un café mientras que la persona contraria se desahogaba.

— No sé qué hacer... Las niñas están muy tristes pero... — El contrario pausó repentinamente y después suspiró. — Después de lo que le hice, no creo que quiera volver a verme... — Puso sus manos en su cabello y se recargó en la mesa de la cafetería.

— ¿Cómo estás tan seguro de que Satoru no quiere volver a verte? Digo, fueron amigos por un largo rato. Después fueron novios y luego se casaron. Él ya debe estar acostumbrado a tus decisiones prematuras. — Suguru comenzó a pensar en lo que la chica decía y tenía toda la razón. Satoru nunca lo juzgó en ningún momento y hasta seguía sus locuras con ese característico brillo en sus ojos.

En cambio él con un simple golpe lo dejó y más aún, le quitó a dos de sus tres hijos. Suguru comenzó a sobrepensar demasiado, pero paró cuando una mano se posicionó encima de la suya.

𓏲 ˖ Late Night Visitor . ࣪ ִֶָ ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora