Parte 6

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Y así pasaron los días, ellos dos se encontraban en secreto por las madrugas y pasaban tiempo juntos. Jugando, bromeando, y con algunos besos de promedio, sin llegar a nada lujurioso. Le recordaba a un amor de adolescentes, donde todo era tierno e inocente. Así hasta que solo faltaban dos meses para su boda. 

Pero últimamente habia sido muy descuidado, llegando demasiado tarde a casa y para nada disimulado. A pesar de todo, no le preocupaba tanto, la señora Lee le había prometido silencio y sabía que no lo iba a delatar, y si tenía que ser totalmente sincero, desde que Namjoon habia vuelto a su vida, se sentía más tranquilo, más feliz, haciendo que su miserable vida no se mirara tan mal.

Así que una noche más, regresó muy tarde a su habitación. Encendió la luz, intentando ser muy silencioso, pero...

— Park Jimin. —escuchó inmediatamente al dar un paso en la habitación.— ¿Puedo saber a donde estabas?

Se sintió muy pálido de repente. 

Su madre lo había descubierto. 

[...]

Y para Namjoon todo esto fue tan confuso. Jimin había dejado de responder cualquier tipo de llamada o mensaje suyo. Y había ido varias veces a su lugar de encuentro y no había rastro del rubio. 

El señor Taeyang había ido a visitarlo recientemente, para pagarle por el favor que le había hecho; el moreno espero pacientemente que a el señor se le saliera algo cómo: "el joven Jimin esta enfermo" o algo parecido, cualquier tipo de excusa sería suficiente para él, porque simplemente no entendía.

Tampoco se atrevía a llegar a la casa de los Park, sabía muy bien que lo sacarían a patadas si se acercara un poco. Aunque con el señor Park nunca había tenido problema alguno, estaba muy seguro que la señora Park seguía odiándolo y que también seguía siendo la matriarca de la familia, cómo hace unos cuantos años atrás.

Y sin tener mucho remedio, decidió esperar, en algún momento el rubio reaparecería, su boda estaba muy cerca, y no se pudo haber perdido asi como asi. Pero nunca recibió noticias de él. Absolutamente nada.

Le preguntó alguna que otra vez al señor Taeyang que como estaban los palanes de la boda del joven Park, y él siempre le respondía que seguían a pie y que seguramente sería la boda del año.

Se sentía tan frustrado. No sabía que hacer.

Pero una de esas tardes donde paseaba sin rumbo fijo por las calles, se encontró al rubio, no dudó ni un momento en tomarlo de la muñeca y arrastrarlo un callejón de ahí cerca.

— ¿Donde habías estado?

— Namjoon... —dijo en un susurro, parecía ¿preocupado? ¿asustado?— Tengo que irme...

—¿No vas a decirme nada?

— No puedo. Lo siento.

Pero él moreno no lo soltó, seguía insistiendo, con una pequeña mentira le bastaría, pero Jimin no decía nada. Se desespero y el agarre en la muñeca del rubio fue más fuerte, y sin querer comenzó a gritarle.

— ¡Mi madre me descubrió! —dijo finalmente el rubio en llantos, asustado— M-me quito mi celular y me prohibió salir. Lo siento tanto.

Namjoon volvió en si al ver las lagrimas saliendo alborotadamente de los ojos oscuros del rubio, y liberó por fin la muñeca adolorida del chico.

— Mi boda es muy pronto, Namjoon. Y ya no puedo seguir con esto. —Jimin estaba por irse pero unos labios húmedos lo detuvieron.

Luego de un cálido beso, el moreno lo abrazó fuertemente. —Lo elegiste a él...

— ¿Acaso tuve elección? —contraatacó.— Te amo demasiado y seguir con esta aventura solo terminara lastimándonos. Prefiero que las cosas sean así. Entiéndeme, por favor...

El moreno no dijo nada más y dejó que el chico se fuera despues de un ultimo beso. No pudo evitar que algunas lagrimas rodaran por sus mejillas.

¿Ahora que podía hacer? 

Había sido otra despida mucho más fría y dolorosa que la anterior, pero ya no estaba dispuesto a dejarlo ir. No podía. 

Ya no. 

No volvería a perderlo, solo estaba seguro de eso.

¿Él o yo? - NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora