Parte 7-part. 2

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¡Joon-nie! Ya regreso, voy por un poco de comida, ¿sí? No me tardo~. —canturreó Jimin, mientras caminaba entre saltitos por el pasillo.

El moreno le sonrió cómo respuesta, y se acomodó en el suelo por milésima vez. La idea de estar congelándose en la terraza (encima comenzaba a nevar) no le agradaba para nada, pero Jimin adoraba ver el paisaje de esas épocas, y él haría todo por ver la sonrisa del chico. Así que se ajustó mas el abrigo y dejó salir un suspiro helado, para seguir esperándolo.

Y siguió ahí por un buen rato, pero Jimin no aparecía. Pensó seriamente en ir a buscarlo, pero se estaría arriesgando a que lo encontraran, ademas, el chico estaba en su propia casa, no se pudo perder. Seguramente se preocupaba por nada.

¿Y tú quien eres?

Resonó una voz detrás de él, una voz femenina.

Se levantó del susto y dio la cara rápidamente, lo habían descubierto.

— K-kim Namjoon. —respondió nervioso.

¿Y por qué esa cara? —se rió un poco— No-

Fue mi idea de entrar a escondidas, fui yo, Jimin no tiene la culpa de nada. —dijo interrumpiendo a la mujer.

Cálmate, niño. —y le dio una calada al cigarrillo que traía, con calma— ¿No tienes frío? Entra.

Obedientemente entró con ella y se sentó en una de las sillas que habían por ahí, justo como ella le había pedido. Esperaba pacientemente por su sermón, y tragaba saliva con miedo.

¿Qué eres tú de mí hijo? —preguntó directamente.— No me digas que "amiguitos", porque mi Jimin nunca metería a un simple amiguito a escondidas.

Nosotros... Solo somos amigos. Pero...

¿Pero?

Pero yo... Yo amo a Jimin. Yo amo a su hijo. —y por fin pudo verla a los ojos.

La mujer guardó silencio por unos momentos, luego soltó una enorme carcajada.

Niño... Eso es tan gracioso. —pero el moreno la miró confundida, ¿gracioso?— ¿De verdad crees que el amor y unas cuantas palabras bonitas van a pagar la renta? ¿Crees que mi hijo se va a mantener de eso? —continuó riéndose— Mi hijo se merece más que eso. Él no podría vivir una vida cómo la tuya. Nunca. El nació y creció con este estilo de vida, ¿podrás mantenerlo así? ¿Alguna vez lo has pensado niño?

Finalmente dejó de reír, hizo una pausa y le dio otra calada a su cigarro. Y antes de irse, lo miró una ultima vez de arriba abajo.

Si no piensas darle la vida que mi hijo tanto merece, simplemente no te le vuelas a acercar.

[...]

El moreno recordaba perfectamente ese día, ¿cómo podría olvidarlo? Y al contárselo a Jimin, no pudo evitar dejar salir algunas lagrimas.

Y-yo... Lo lamento tanto Jimin. —le tomó las manos al rubio, con cariño las acaricio—Era tan inseguro en aquel entonces, y con el tiempo me di cuenta del terrible error que cometí. No sabes cómo me arrepiento.

El rubio suspiró conmocionado, era mucho que procesar y entender.

Yo solo quiero que sepas, —continuó Namjoon— que aunque haya pasado tanto tiempo, yo no pude dejar de pensar en ti, y si antes no regrese a buscarte, fue porque realmente no pude, no encontré oportunidad hasta ahora. De verdad, perdon-

El rubio se abalanzó sobre él, y enrollo sus brazos en el cuello del moreno, para plantar un fuerte beso en esos lindos labios.

Solo prométeme, que no importa que, siempre vas a regresar, —acariciaba el rostro de Namjoon lentamentesiempre vas a volver... a mi vida. Prométeme que no te vas a rendir tan fácilmente conmigo. 

Aunque Jimin no entendía del todo y que la noticia le habia llegado de sopetón, no le importaba tanto si él podía estar con Namjoon.

 El moreno sonrió ampliamente y le besó con ganas:— Te lo prometo.


Pero ahora que lo pensaba, solo había sido otra promesa al viento. Namjoon sí se había rendido, y esta vez para siempre, ya no tenía duda.

¿Él o yo? - NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora