Habían pasado meses, casi un año, y el "Yo hablaré con ellos, ya veras que todo se arreglara" todavía no pasaba.
Jimin había perdido cualquier tipo de contacto con sus padres, nunca contestaban sus mensajes o llamadas, y de alguna manera lo entendía, seguramente pensarían que solo los buscaba porque necesitaba dinero o quería, por decirlo de alguna manera, redimir sus pecados, cuando lo único que tenía su hijo era una genuina preocupación por ellos. Pero a pesar de tantos contratiempos y para sorpresas de todos, le iba bastante bien, acompañado del amor de su vida.
Al principio, Namjoon trabajaba hasta el cansancio para mantenerlo sin ayuda de nadie. El rubio estaba tan agradecido por todo el esfuerzo del chico, pero sabía que no podía quedarse sentado sin ayudar al moreno de alguna manera, y obviamente buscó trabajo, pero pasó por una mala racha por varias semanas sin poder conseguir un buen empleo. Y a fuerzas, terminó tomando el turno de noche en un restaurante.
Daban buena paga, pero sus horarios no coincidirían: cuando Namjoon recién llegara del trabajo, el tendría que irse para comenzar con su turno, y no podrían verse casi nunca (y encontrarse al moreno rendido en la cama por la mañana, no contaba).
Luego de dos meses, renuncio, comenzando nuevamente su mala racha a la hora de buscar empleo.
Le tocó ser "ama de casa" por un buen tiempo, y en una de esas mañanas monótonas, cuando Namjoon acababa de irse a trabajar y se sentía totalmente solo, decidió dar un paseo por el vecindario y de paso hacer las compras de la semana.
Cuando estaba saliendo del supermercado, una chica con ropa "exótica" y maquillaje bonito se le cruzó, preguntándole si era modelo.
Soltó una carcajada, no esperaba esa pregunta.— Ya quisiera...
Y cómo si nada, a los dos días ya tenía una audición para un comercial. Era algo pequeño, pero despues de todo le iban a pagar, y prefería probar eso de los comerciales a quedarse en casa y limpiar.
Jimin siempre reía al recordar como había empezado con su trabajo, el trabajo que ahora le da de comer. Pero resumiendo, poco a poco se fue metiendo más a eso del modelaje, hasta que en unos cuantos meses trabajaba para alguna que otra marca reconocida dentro del país y carteles gigantes con su cara en ellos se podían apreciar cada vez más por las calles.
Namjoon pasó por él justo cuando acababa de terminar un comercial para productos de belleza, y uno de los productores del proyecto, que también estaba saliendo del edificio, quedo impactado al ver al moreno, y embobada le preguntó si era modelo.
Y cómo si nada (otra vez), Namjoon también comenzó a trabajar como modelo.
Con alguno que otro contacto en la industria, (la chica con ropa exótica, que se había convertido en una especie de manager para le rubio) consiguió que hicieran comerciales o sesiones de fotos juntos, catapultando su popularidad.
Ahora, con una cuenta de instagram donde publicaban sus trabajos y su día a día como pareja, los hacía una clase de "influencers", ¿no? Pues así le gustaba pensar a Jimin, quien era el que gestionaba mayormente la cuenta.
— Nana nos consiguió otra sesión de fotos.
— ¿Otra? —el rubio suspiró, frustrado— Pero acabamos de tener una.
— Me dijo que sería algo sencillo, era algo de ropa, y como la marca no es tan reconocida no sería tanto trabajo.
— Trabajo es trabajo, Joonie. —hizo un puchero— ¿Te imaginas que trabajáramos con esas marcas famosas? ¡Que horrible!
— En realidad, no creo que te quejarías tanto, tendrías mucho contenido que subir en intagram, y esas marcas te patrocinarían, y tendríamos más contact-
— Namjoon, aveces solo tienes que quejarte un rato en vez de buscarle soluciones lógicas a la vida, te aseguró que es más divertido hacer drama. —y volvió a a hacer el adorable puchero.
El moreno no se resistio y besó aquellos lindos labios— No puedo hacer berrinche todo el día, porque el dramático de la relación eres tú. Hay que tener balance, mi vida.
Jimin se apartó ofendido, obviamente era dramático, pero no lo iba a admitir.
Pero con alguna que otra broma, terminaron acostados en el sillón, abrazados y dándose mimos, hace mucho que no tenían un fin fe semana tan tranquilo.
— Tu padre llamó anoche. —el rubio se sobresalto y pero Namjoon se adelantó en hablar— Déjame explicarte antes que te enojes. —hizo una pausa y continuó— Hace unos cuantos meses también me había llamado, pero no me dio tiempo de contestar y me dijiste que dejarías de intentar contactarlos, que le ibas a dar espacio, por eso me lo guarde, y si te soy sincero, en algún punto se me olvidó. Pero ayer si pude contestar. Lo primero que hizo fue preguntar por ti, en cómo estabas, me dijo que habia visto un cartel de nosotros dos en el metro, que por eso había llamado. Creo que, ¿estaba llorando? No estoy muy seguro, pero su voz se quebró, sonaba muy arrepentido por no haber llamado antes, por no contestar tus mensajes. Hace unas semanas comenzó con los papeles de divorcio con tu madre, me dijo que le dolía perder su matrimonio, pero le dolía aun más no poder hablar con su adorado hijo único y no estar ahí para ver como hacía su vida, o apoyarlo y aconsejarlo asi como un buen padre debería hacer. Y que si tú aceptabas, podían quedar a almorzar algún finde semana, y que si lo llamabas, esta vez si iba a responder. En eso cortó.
Jimin suspiró, era mucha información que procesar. Pero miró los bellos ojos que siempre le ofrecían apoyo incondicional, y besó a su chico con ganas.
Se sentía tranquilo a pesar de todo, porque a su lado estaba el mejor hombre del mundo y no importaba que decisión tomara, Namjoon siempre iba a estar para él, y rezaba porque el moreno se sintiera igual que él.
Pero por si las dudas, acarició las mejillas de Namjoon, entrelazó sus manos y contempló aquellos lindos ojos brillantes, para despues besarlo nuevamente.— Te amo demasiado.
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¿Él o yo? - NamMin
Fanfiction- ¡Yo me opongo! -se escuchó una fuerte voz interrumpir el lugar, formándose un eco poderoso, que retumbó por todo la iglesia. Los murmullos no tardaron en llegar. Se volteó, y se sintió desmoronarse. Era él. HISTORIA TOTALMENTE REESCRITA.