Él estaba ahí de verdad. Había regresado. No se había rendido.
Se acercaba lentamente pero con seguridad, y al estar a pocos pasos del altar volvió a repetir, mirándole a los ojos.— Me opongo.
El sacerdote estaba nervioso, miraba a los señores Park buscando una respuesta, cuando ellos estaban mucho más confundidos. En todas las bodas en las que había estado, nunca le había pasado algo cómo esto y atragantándose con su saliva preguntó el porqué.
— Porque yo lo amo, y sé que él me ama también. —respondió con simpleza el "intruso", que ahora prestó atención al joven Kim— Jimin me habló de ti, me dijo que eras un buen tipo y le creo totalmente, pero no puedo dejar que esto termine asi. No es nada personales, ¿lo sabes no?
Seokjin le sonrió cálidamente y le susurró algo en el oído, le habló con calma, lo suficientemente fuerte para que solo Namjoon escuchara, esté le devolvió la sonrisa, convencido de que realmente era un rayito de sol como el rubio le contó.
Jin le dio una pequeña palmadita en la espalda a Jimin, también, con una sonrisa se despidió de él, y con un empujoncito lo dejó a centímetros del moreno.
— Volviste. —dijo todavía en shock.
— Prometí que nunca me iría de tu lado otra vez, y lo estoy cumpliendo Jimin-nie. —sin dejar de ver sus bellos ojos, sostuvo las manos del rubio con delicadeza y las beso tiernamente.— ¿Nos vamos?
Jimin no pudo hacer nada más que asentir. Estaba muy feliz, todavía no creía en que realmente estaba pasando. Si es que estaba soñando, era el sueño más hermoso de toda su vida.
Podía ver a sus padres gritándole desde los asientos, moviendo angustiadamente los brazos. Pero por primera vez, le importó poco, porque se escapó por el pasillo del salón con una sonrisa, y de la mano con el amor de su vida.
[...]
Jimin sentía que iba a estallar de felicidad.
Llegaron al departamento del moreno entre besitos y risitas, caricias y abrazos. Dejaron caer algunas cosas en el camino, pero lograron recostarse con tranquilidad en el suave colchón de Namjoon, que ahora también era suyo.
— Tus padres te odiaran por mi culpa, lo lamento. —dejo salir entre un suspiro, permitiendo que Jimin se acomodara en su pecho totalmente, y asi acariciarle suavemente la cabeza.
— Yo hablaré con ellos, ya veras que todo se arreglara. No te preocupes. —le respondió con calma.
Hablaron entre susurros pues cada vez se hacía más de noche y sus energías se gastaban lentamente, Sorprendentemente para el rubio, todo había terminado bien, cómo nunca se lo había imaginado.
Se encargaría de aprovechar esta linda oportunidad que la vida le había dado, estaba seguro.
La noche fue pasando junto con lindas palabras y mimos, y finalmente el rubio pudo dormir plácidamente despues de muchísimo tiempo, abrazado del chico a que amaba.
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¿Él o yo? - NamMin
Fanfic- ¡Yo me opongo! -se escuchó una fuerte voz interrumpir el lugar, formándose un eco poderoso, que retumbó por todo la iglesia. Los murmullos no tardaron en llegar. Se volteó, y se sintió desmoronarse. Era él. HISTORIA TOTALMENTE REESCRITA.