Capitulo 1: Primer encuentro

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Nos acabamos de mudar a los Ángeles, mientras los camiones de mudanzas están aparcado en la hermosa entrada de mi nueva casa, mi madre esta como loca dandole dirección a los muchachos del primer camión para que empiecen a entrar las cosas.

-Esto es un total desastre dice en voz alta.

-Tranquila Amelia, ya veras que dentro de poco todo estará ordenado como te gusta, le dice mi padre.

Mi hermano y yo estamos disfrutando ver a nuestra madre volverse loca ya que ella siempre es muy relajada, mejor dicho es la calma en persona. Nunca la había visto así y realmente la entiendo, esto de mudarse es un verdadero reto y más cuando es tan radical el cambio.

Al cabo de unas cuantas horas, muchas personas trabajando y mi madre como loca dando ordenes y poniendo en su lugar las cosas al mismo tiempo, el primer piso queda más o menos habitable.

Estoy en la cocina ayudando a la nana (le digo así desde pequeñita), cuando escucho el timbre, grito rápidamente, yo voy, yo voy. Cuando abro la puerta lo primero que veo es esos preciosos ojos color miel, mi corazón dio un salto, no se porqué. Detrás del niño más bello esta una mujer igualmente de bella y un hombre muy apuesto también.

-Hola pequeña mi nombre es Elizabeth, el es John mi esposo y el pequeño es mi hijo Paul somos los viejos amigos de tus padres, por cierto donde están?

Escucho detrás de mi

-Hola Eli.

Le da un beso a cada uno y Antes que mi madre me presentara dije:

-Soy Niki, luego escuche esa voz al lado mío diciendo

-Yo soy Alex

-Al fin puedo conocerlos en persona aunque sus padres nos habían contado mucho de ustedes, nunca habíamos podido juntarnos todos.

-Tengo que decir que tus hijos son un encanto Amelia.

-Muchas gracias John.

Mi padre los invito a pasar, se sentaron en la sala (era la única que estaba bien organizada), empezaron a conversar de todo, yo me sentí un poco aburrida así que me fui para la cocina pero en cambio Mi hermano parece que ya encontró un nuevo amigo, los vi por la ventana de la cocina en el jardín muy entretenidos hablando.

Pasaron las horas los amigos de mis padres se marcharon, al poco rato de ellos marcharse cenamos, luego de la cena todos subimos a nuestras respectivas habitaciones a descansar de este día tan agotador.

Quede rendida inmediatamente.

Abro mis ojos lentamente y me doy cuenta que he sido despertada por un cálido rayo de luz que atraviesa mi ventana, me estiro, bufo cuando veo el despertador y apenas son las 7:10 de la mañana. Me acomodo y vuelvo a dormir (soy una dormilona) lo acepto.

Siento algo pesado encima de mi así que desperté asustada y cuando me di cuenta quien había sido el culpable de aquello, mis orejas se calentaron de tal manera que se podía freír cualquier cosa en ellas, metafóricamente claro, bueno lo que quiero decir es que me enoje tanto con ese engendro del demonio que tengo como hermano que lo empece a pellizcar y a dar con el puño.

No se cuanto tiempo paso en esta situación pero el muy idiota solo se reía a carcajadas, lo que me enfurecía más.

Dejé de hacerlo en el momento que escuche a mi madre decir:

-Ya paren de pelear y bajen a desayunar.

Lo mire con odio y le dije te salvas porque tengo hambre.

Jugando con fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora